Siempre he pensado que el mundo se divide en dos clases de personas: las que están hechas para destacar y las que no.
Vas por la calle o incluso por tu entorno, y ves que todos aquellos amigos, conocidos o gente que ves por la calle cumple esa clasificación. Ves a una chica increíble, que llama la atención y que la gente, mas o menos disimuladamente, la mira, porque va por la calle llamando la atención.
En el trabajo, ves a esa persona que toma decisiones, es listo o lista, seguro o segura; personas decididas, personas capaz de dirigir algo y que todo llegue a buen termino.
Personas que están hechas para destacar por su belleza, su clase, su capaz de liderazgo. Y parece que lo tienen todo y todo lo hacen bien: buen estilo, cantan genial, tienen una sensibilidad especial. Todo perfecto.
Y luego te miras, y ves que ni eres alto, ni eres demasiado guapo, ni tienes dones--aparentemente--para liderar. Eres una persona que no destaca, una persona fantasma.
El ejemplo claro está en el instituto o en las facultades. Vayas a donde vayas siempre hay alguien que destaca, sea por lo que sea, y casualmente son los que esta sociedad ha estipulado que son los más "adecuados", los que tienen mejor planta. Son los números 1.
Son los números 1 de la sociedad porque aparentemente cumplen todo aquello que esta bien o que es lo que la gente demanda.
¿Alguien ha visto a un líder ejemplar feo, o con defectos? Los números 1 están libres de todo eso.
Para la gente fantasma, que somos el resto, es algo que hemos terminando--erróneamente--por asumir.
Poco a poco veo que los "números 1" son de plástico, creaciones, no son de verdad. Son tan artificiales como una máquina. (Se que generalizar esta mal, pero...)
Todos se fijan en esa chica número 1, que es perfecta, porque es bonita, es risueña, es divina, vaya. Y ellas se fijan en los chicos numeros 1, chicos "bohemios", independentes de todo (que luego son mas possers que otra cosa, pero bueno)
Y nadie se percata de la gente fantasma. Somos como quellos que trabajan en la sombra, que su trabajo se ve pero a ellos no. Nadie se acoradará de la mujer de Einstein, Mileva Marić, que diga lo que digan ciertos personajes, fue la que desarrolló casi todas las teorias del famoso físico, a las cuales el postuló la conclusión. Pero todos se acuerdan de el, de Einstein. Porque Einstein era el número 1 y su mujer era la persona fantasma.
A veces te da rabia y piensas: yo también quisiera haber nacido número 1. Pero otras veces piensas que ser de la gente fantasma no esta mal.
Cuando tienes que destacar, destacas, y cuando no, pues no. Puedes decidir cuando y cuanto quieres destacar.
Es como estar en dos planos diferentes de la realidad. La gente fantasma suele ser observadora, meticulosa, poco arriesgada normalmente y reservada. Mantiene sus dones bajo llave, como si fuera un tesoro de valor incalculable. No saben usas sus dones para destacar como los números 1 porque no son dones para ello.
Sus dones están para ayudar en la sombra y desgraciadamente muchas veces, cuando les tienen que reconocer algo, no lo hacen.
Pero esa persona fantasma sabe de sus dones, y los usa para hacer de su mundo algo mejor. Alguien que canta en solitario o para unos cuantos; esa persona voluntaria que se pasa tardes enteras visitando enfermos en los hospitales; esos que ayudan a defender el planeta; ese que pinta para dar un poco de color a la vida tan gris que tenemos últimamente: el que escribe un libro que jamás llegará a ser best seller pero que tiene un contenido mil veces mejor que los "best sellers" de hoy en día (Y todos sabemos a que saga me refiero); ese líder que ayuda a su gente sin alardear de su buena gestión.
Personas fantasmas que nos hacen a muchos viajar estando en silencio y con los ojos cerrados.
Los números 1 se ven, son personas publicas a las que se les aplaude cualquier acción.
Puede que la gente fantasma no sea jamas una número 1, ni salga en los medios, ni destaque ni todo el mundo la aplauda, pero una cosa es segura: son ellos, los fantasmas, los que disfrutan de cada minuto y hacen que su alrededor haga lo mismo. Ellos son los que hacen de este mundo gris y superficial algo con un poco de color.
Ideas absurdas de un desastre andante.
domingo, 22 de junio de 2014
lunes, 9 de junio de 2014
Notas y partituras entre las paredes de un hospital.
Hace un año exactamente de todo. Cierro los ojos y lo que sentí hace un año vuelve a recorrerme la piel, el alma. Veo la sonrisa de mis padres, los ojos brillantes de mi madre, la alegría en la sonrisa de mi padre. Las caras felices de mis amigos, caras de orgullo. Los gestos de todos aquellos con los que compartí tantas horas mientras salía del pozo donde estaba sumida.
Mi propia cara al mirarme esa mañana tras la noticia, esa noticia que esperaba desde hacia tanto tiempo. Vi mi sonrisa, la verdadera, y como por primera vez en mucho tiempo, mi reflejo me devolvía una mirada de aceptación y no de asco y desprecio.
Esa misma tarde y, aunque parezca una estupidez, me comí el primer helado después de mucho tiempo sin remordimientos, sin pensar en nada. Ahora tocaba seguir poco a poco, todavía me quedaba mucho camino por recorrer.
Durante todo el transcurso (casi 4 años) de mi recuperación, una de las cosas que más me relajaba y me evadía del mundo era la música. Hasta aquí todo bien, todos los que me conocen saben lo importante que es para mi, lo que la música llega a hacerme sentir.
Pero ahora viene algo que me tiene bien callado.
Si hay algo que me de mucho corte es cantar en publico. Horror, pánico. Solo imaginarme tantos ojos mirándome, como si me estuvieran juzgando, me muero.
Por eso, las horas muertas, donde los pensamientos mas retorcidos hacían acopio en mi cabeza, las mataba escribiendo canciones. He de decir que yo, lo que es estudiar música, no he estudiado. Pero, ¿acaso hay que estudiar para hacer que una canción te erice la piel? a música es libertad, no atiende a normas; es improvisación, como la vida.
Si, no se cuantas tengo, pero ahí están, escondidas. Esas letras reflejan todo aquello que yo sentía en esa época: soledad, indiferencia, oscuridad, soledad, rechazo, incomprensión; dolor, mucho dolor.
En mi cabeza cada nota se colocaba en su lugar, y la letra encajaba a la perfección, creando melodías con un trasfondo un poco macabro. Un día me atreví a cantarlas con mi voz, y no con mi cabeza.
No os hacéis una idea de la liberación que era eso. Era como si mis sentimientos se transformaran en notas y que, cuando cantaba, me limpiaban el alma.
Día que estaba peor, día que escribía algo nuevo. Y así poco a poco fui recopilando canciones, notas que mi mente había construido, y que se han quedado impresas en papeles que hoy por hoy, están apartados en una carpeta.
He de reconocer que me da hasta un poco de corte abrir esa carpeta y leer todo aquello, sentir todas esas notas. Al fin y al cabo es un pasado lleno de oscuridad, donde lo ultimo que quería era vivir.
Pero creo que hoy es un buen día para hacer acopio de valor y abrir esa carpeta, y recordar que un día, yo fui todo eso, y que gracias a ello hoy soy quien soy.
Por eso, poco a poco voy cantando mas, me dejo ver, pero poco. Cantar es mostrarme tal y como soy, ser demasiado transparente para mi gusto. Pero a veces, ese secreto quieres mostrarlo, y yo quiero hacerlo.
Es uno de esos dones que son demasiado especiales para que todo el mundo los vea, y más para que la gente entienda el trasfondo de unas notas que fueron escritas entre las paredes de un hospital, hace un año.
Algún día me encantaría cantarlas para alguien, y que en ese momento todo se evapore a mi alrededor; alguien que tocase esas notas y que, junto con mi voz, entienda todo aquello y crear algo único, mágico.
domingo, 6 de abril de 2014
Balas perdidas.
Los seres
humanos jóvenes dan pena en si mismos.
La gente
joven de hoy en día me da pena. Veo a la gente desanimada, triste, melancólica.
Vas por la calle y te cruzas con individuos de toda clase. Los únicos que están
felices son los canis, y porque no piensan y no les dan vuelta a las cosas.
Pero quitando a esa sub-raza de primates, el resto, ¿que pasa?
Se que la situación que vivimos no
es la mejor, sin duda. Partimos de la base que a los jóvenes nos están dando
palos por todos los lados, y no nos dan oportunidades para nada. Pero eso no
significa que debamos hundirnos. Se que es difícil, pero no podemos.
Los jóvenes tenemos una fuerza mayor
de la que nosotros nos creemos, pero claro, sale esa parte humana nuestra tan
bonita de la vagueza y no hacemos nada. Absolutamente nada.
Una manifestación, no sirve. Una
huelga, no sirve. ¿Nada sirve, entonces?
Jamás. Todo sirve. El mundo se está radicalizando demasiado, y en algunos aspectos, aunque no me guste, hay que
hacerlo. Yo no puedo quedarme callada ante tantas injusticias que veo. Pero la
gente no hace nada, no se levanta, no grita, no hace nada. Y los pocos que lo
hacemos nos llaman balas perdidas.
Balas perdidas…que concepto mas
raro. Bala. Perdida. Osea quiere decir que no acertamos el lugar donde tenemos
que acabar, ¿no? Y ese lugar, ¿Quién lo dictamina?
A lo mejor a mi no me apetece acabar
donde cuatro gobernantes me han dicho que debo terminar. ¿Dónde se ha quedado
eso de pensar por uno mismo, las ideas revolucionarias?
Hoy, cuando vas a contracorriente,
eres un supuesto bala perdida. Por el simple hecho de que no piensas como tiene que
pensar la mayoría. Repito, ¿Dónde pone que yo tengo que pensar de una forma o
de otra?
Creo que soy libre para hacer lo que
me de la gana y pensar como me salga de la punta del pie. Y que bonito suena eso de “Yo es
que soy un bala perdida”, cuando todos en el fondo no lo somos realmente.
Vivimos en una sociedad donde nos meten subliminalmente muchas ideas, y al
final no pensamos por nosotros mismos, si no pensamos lo que ellos quieren que
pensemos.
Por eso los jóvenes, yo misma, dan
pena; damos pena. Porque por mucho que digamos que “yo pienso por mi mismo” es una vulgar
mentira.
Si el mundo ha ido avanzando fue
porque alguien un día se plantó y decidió romper con todo. Pero nosotros somos
muy valientes de boquilla. Claro, desde casa o entre una marabunta de gente lo
somos, estamos protegidos.
Eso es una actitud de cobarde de
mierda.
Sal tú, solo, a cuerpo, y grita por ti, por todos, pero tú solo. Ya te
aseguro que no tienes valor porque nos han metido en la cabeza la idea “del que
dirán”. A todos y no hay nadie que se salve.
“Yo es que soy muy alternativo”,
“Eso de salir yo solo lo hago cuando quieras”.
No se tu, pero yo no he visto a
nadie salir solo delante de todas las fuerzas de represión a gritar. Siempre
están cerca los demás, los otros famosos “balas perdidas”.
La persona que se enfrenta sola de
verdad, sabiendo que con sus actos puede cambiar muchas cosas, ese si es un auténtico bala perdida.
lunes, 17 de marzo de 2014
¿Un nuevo camino? A por el.
Tengo miedo a los caballos. Terror. Y mucho pánico.
La verdad es que empezar así una entrada es un poco patético, pero creo que es la mejor forma (y la que se me ha ocurrido).
De siempre he sido una persona excesivamente sensible a todo, cosa que me ha hecho tener un sexto sentido para sentir emociones ajenas. Por eso cuando alguien me cuenta lo feliz que está yo lo llego a sentir, o cuando alguien veo con la mirada baja se el porqué de su tristeza.
Y este don que tengo es de las pocas cosas que me gustan de mi.
Y diréis, ¿ésto que tiene que ver con los caballos? Todo a su tiempo.
A veces, sentir en exceso es lo peor. A veces dejar que la gente vea tu interior más de lo normal es un error, un error muy gordo. Y días como ese te sientes vacío, por dentro y a tu alrededor. Parece como si todo el peso del mundo recayera en tus hombros, y te empiezas a ahogar, pensando que "de esta no salgo".
Y entonces alguien te da la mano, y otra, y otra y otra más, y te das cuenta de la cantidad de gente que te respalda, la cantidad de personas que no van a dejar que te caigas; y en el caso de que ya te hayas desplomado van a tirar de ti con todas sus fuerzas, transmitiendo esa energía positiva que tanto necesitas.
El daño de la traición es de los peores que, por desgracia, he llegado a sentir mas veces de las que puedo contar. El hecho de hacer daño a alguien por el simple placer de verla mal es algo que mi mente no ha llegado aun a comprender, y que creo que jamas comprenderá.
¿Por qué no dejamos a cada uno que viva su vida; por qué no nos la sopla todo lo que digan de nosotros? ¿Por qué esa necesidad imperiosa de cotillear y de meterse en la vida de los demás?
Esas personas que se dedican a ese maravilloso hobbie (entiéndase la ironía), no son capaces de ver el daño que pueden causar a una persona. Ellos van por la vida, de risas, de falsas sonrisas y de ale, viva todo y libre albedrío.
Pues espero que todo eso les explote, y que les explote bien, que les haga tanto daño que jamás puedan volver a sonreír. Por imbéciles.
Pero yo a las escorias del mundo las dedico poco tiempo; mi tiempo es mas valioso.
Y es entonces cuando una de esas manos amigas me ofreció algo totalmente novedoso, algo que implicaba que me iba a enfrentar a uno de mis miedos: los caballos.
Que si, que es una tontería que me den miedo, pero me lo dan (o me lo daban)
Esa mano amiga, muy lista ella, todo lo tenía planeado en su cabeza.
Y ese día fue un punto de inflexión en todo. El día anterior vi a más de esas manos amigas, que sin ellos saberlo me dieron las fuerzas que necesitaba a base de risas. Porque si, porque la risa es energía.
Y entonces ese día, esas horas, cambió todo.
Me fije en una de esas maravillosas criaturas que tanto miedo me habían dado hasta el momento y, para sorpresa mía, no me dio pánico. La miré directamente a los ojos, y vi su tristeza, su miedo porque alguien se acercase. Desconfiaba, pero a la vez quería confiar, pero su instinto no la dejaba. Era un querer y no poder. Se había sentido sola, y aún se sentía, porque si la soledad te acompaña mucho tiempo pasa a ser una parte de tu alma.
Todo eso pensé con solo cruzar los ojos con un animal. Y fue increíble. Y esa mano amiga lo notó.
Y ella sabía que esa criatura y yo teníamos algo en común y que era muy probable que superásemos todo eso juntas.
La mirada de ese caballo no se me va de la mente, porque me vi reflejada en ella.
Igual que no se me va de la cabeza la cantidad de personajes que rondan por mi vida sin yo saber muchas veces que están ahí.
Creo que una etapa se cierra, y que comienza un nuevo capítulo, un capítulo donde yo he sacado muchas experiencias, donde estoy aprendiendo más de mi misma y sobre todo, donde se que este camino nuevo que se me presenta no lo voy a recorrer sola.
Tengo a todas esas manos amigas y a una nueva amiga de cuatro patas.
La verdad es que empezar así una entrada es un poco patético, pero creo que es la mejor forma (y la que se me ha ocurrido).
De siempre he sido una persona excesivamente sensible a todo, cosa que me ha hecho tener un sexto sentido para sentir emociones ajenas. Por eso cuando alguien me cuenta lo feliz que está yo lo llego a sentir, o cuando alguien veo con la mirada baja se el porqué de su tristeza.
Y este don que tengo es de las pocas cosas que me gustan de mi.
Y diréis, ¿ésto que tiene que ver con los caballos? Todo a su tiempo.
A veces, sentir en exceso es lo peor. A veces dejar que la gente vea tu interior más de lo normal es un error, un error muy gordo. Y días como ese te sientes vacío, por dentro y a tu alrededor. Parece como si todo el peso del mundo recayera en tus hombros, y te empiezas a ahogar, pensando que "de esta no salgo".
Y entonces alguien te da la mano, y otra, y otra y otra más, y te das cuenta de la cantidad de gente que te respalda, la cantidad de personas que no van a dejar que te caigas; y en el caso de que ya te hayas desplomado van a tirar de ti con todas sus fuerzas, transmitiendo esa energía positiva que tanto necesitas.
El daño de la traición es de los peores que, por desgracia, he llegado a sentir mas veces de las que puedo contar. El hecho de hacer daño a alguien por el simple placer de verla mal es algo que mi mente no ha llegado aun a comprender, y que creo que jamas comprenderá.
¿Por qué no dejamos a cada uno que viva su vida; por qué no nos la sopla todo lo que digan de nosotros? ¿Por qué esa necesidad imperiosa de cotillear y de meterse en la vida de los demás?
Esas personas que se dedican a ese maravilloso hobbie (entiéndase la ironía), no son capaces de ver el daño que pueden causar a una persona. Ellos van por la vida, de risas, de falsas sonrisas y de ale, viva todo y libre albedrío.
Pues espero que todo eso les explote, y que les explote bien, que les haga tanto daño que jamás puedan volver a sonreír. Por imbéciles.
Pero yo a las escorias del mundo las dedico poco tiempo; mi tiempo es mas valioso.
Y es entonces cuando una de esas manos amigas me ofreció algo totalmente novedoso, algo que implicaba que me iba a enfrentar a uno de mis miedos: los caballos.
Que si, que es una tontería que me den miedo, pero me lo dan (o me lo daban)
Esa mano amiga, muy lista ella, todo lo tenía planeado en su cabeza.
Y ese día fue un punto de inflexión en todo. El día anterior vi a más de esas manos amigas, que sin ellos saberlo me dieron las fuerzas que necesitaba a base de risas. Porque si, porque la risa es energía.
Y entonces ese día, esas horas, cambió todo.
Me fije en una de esas maravillosas criaturas que tanto miedo me habían dado hasta el momento y, para sorpresa mía, no me dio pánico. La miré directamente a los ojos, y vi su tristeza, su miedo porque alguien se acercase. Desconfiaba, pero a la vez quería confiar, pero su instinto no la dejaba. Era un querer y no poder. Se había sentido sola, y aún se sentía, porque si la soledad te acompaña mucho tiempo pasa a ser una parte de tu alma.
Todo eso pensé con solo cruzar los ojos con un animal. Y fue increíble. Y esa mano amiga lo notó.
Y ella sabía que esa criatura y yo teníamos algo en común y que era muy probable que superásemos todo eso juntas.
La mirada de ese caballo no se me va de la mente, porque me vi reflejada en ella.
Igual que no se me va de la cabeza la cantidad de personajes que rondan por mi vida sin yo saber muchas veces que están ahí.
Creo que una etapa se cierra, y que comienza un nuevo capítulo, un capítulo donde yo he sacado muchas experiencias, donde estoy aprendiendo más de mi misma y sobre todo, donde se que este camino nuevo que se me presenta no lo voy a recorrer sola.
Tengo a todas esas manos amigas y a una nueva amiga de cuatro patas.
miércoles, 5 de marzo de 2014
Estar triste es un derecho.
Hoy no ha sido un dia de esos para recordar. Todos los seres humanos se caen con todo el equipo alguna vez. y hoy me ha tocado a mi. Esto es así.
El día en si ha sido bueno, pero en mi interior está esa sensación que te dice que no. ¿Sabeis a lo que me refiero?
Con que una sola sonrisa haya sido forzada, el día no ha merecido la pena. Porque esa sonrisa, esa fracción de segundo, es lo que ha cambiado tu estado de animo por completo y te ha hecho bajar de las nubes a probar el duro asfalto.
Es sentir esa presión en el pecho, esas mariposas con pinchos, nada dulces, y sentir que cada vez que vas a sonreir vas a llorar.
Algún dirán que "uno esta triste porque así lo quiere". Me temo que, otra vez (y que raro en mi), no coincido con la mayoría.
Uno está triste y se acabó. Un día te resquebrajas sin más, y todo te supera. Y eso no es que seas una persona deprimida o con tendencias a la tristeza, para nada. Es un estado de animo tan normal como el estar feliz o enamorado. Pero, no se porqué, lo vemos como algo negativo. ¿Y lo vemos negativo porque nos afecta a nosotros el ver a una persona triste o por el simple hecho de que no es como un ser humano tendría que estar?
Hay personas que estan todo el dia felices, alegres y sonriendo, y otras en cambio, no. Algunas son la mezcla de ambos.
Yo soy rara. Y como tal rara me pasan cosas raras.
Soy una persona que, a pesar de la primera imagen que doy, soy muy muy sensible. Más de lo que la gente se piensa. Todo me afecta el triple que a los demás; cualquier gesto, cualquier palabra o cualquier mirada me afecta más que a los demás. Alguien podría decir "Guau, eso es genial, sientes mucho mas que cualquiera". Si. Pero a veces no es divertido.
Cuando siento alegria, la siento mas que nadie, pero si siento tristeza, tambien la siento mas.
Como hoy.
Mi tristeza es algo extraño. Me suele conducir a un estado de tranquilidad infinita, como si nada pasara, donde sonrio de la manera mas dulce que conozco y mi caracter se ha calmado, dejando paso a una calma tras el huracan de emociones que soy.
Normalmente me pongo triste cuando tengo mil sentimientos disntinos rondandome por mi cuerpo. Y entonces lloro. Y no lloro de rabia, de "oh dios, odio mi realidad". Lloro porque necesito liberar sentimientos. Las lágrimas solo son sentimientos hechos agua salada.
Por eso, cuando estoy triste y me siento en mi casa y miro porla ventana, y lloro, sonrío a la vez, porque es como sentir esos sentimientos, palparlos, te resbalan por la cara como diciendo "eh, estamos aquí, no estés triste"
Como si esas lágrimas solo dieran un abrazo poco común. Para no sentir la soledad que me invade cuando estoy sola. Una soledad que, en este caso, yo no he buscado, si no que me ha llegado de golpe.
Eso es lo que mas odio de estar triste, la soledad no buscada. Ese sentimiento de impotencia de querer gritar y no poder. Y gritas al vacio con tu sonrisa, tu mirada, y así liberas todo eso que se acumula en ti. Y lloras, y sonries, y piensas lo estupido o estupida que eres. Y te llamas de todo a ti mismo.
Idiota. Imbecil. Estupida.
Y llegas a la conclusion de que te has puesto triste porque sientes demasiado. Quieres demasiado. Eres demasiado feliz. Y vives todo de una manera tan intensa que nadie lo llega a entender.
Y te tachan de depresiva, de persona triste, de ser un fantasma que vaga por ahí, olvidando todo a su paso.
Por eso creo que es un derecho a estar triste, porque la tristeza es un estado de animo que llega cuando has cumplido todos tus objetivos y eres demasiado feliz.
Puede sonar estupido, pero el hecho de tener todo lo que quiero, y todo lo que he deseado me pone triste. Porque hay otra gente que lo merece más que yo, y porque creo que a veces ni yo me merezco nada.
Porque soy eso, nada.
El día en si ha sido bueno, pero en mi interior está esa sensación que te dice que no. ¿Sabeis a lo que me refiero?
Con que una sola sonrisa haya sido forzada, el día no ha merecido la pena. Porque esa sonrisa, esa fracción de segundo, es lo que ha cambiado tu estado de animo por completo y te ha hecho bajar de las nubes a probar el duro asfalto.
Es sentir esa presión en el pecho, esas mariposas con pinchos, nada dulces, y sentir que cada vez que vas a sonreir vas a llorar.
Algún dirán que "uno esta triste porque así lo quiere". Me temo que, otra vez (y que raro en mi), no coincido con la mayoría.
Uno está triste y se acabó. Un día te resquebrajas sin más, y todo te supera. Y eso no es que seas una persona deprimida o con tendencias a la tristeza, para nada. Es un estado de animo tan normal como el estar feliz o enamorado. Pero, no se porqué, lo vemos como algo negativo. ¿Y lo vemos negativo porque nos afecta a nosotros el ver a una persona triste o por el simple hecho de que no es como un ser humano tendría que estar?
Hay personas que estan todo el dia felices, alegres y sonriendo, y otras en cambio, no. Algunas son la mezcla de ambos.
Yo soy rara. Y como tal rara me pasan cosas raras.
Soy una persona que, a pesar de la primera imagen que doy, soy muy muy sensible. Más de lo que la gente se piensa. Todo me afecta el triple que a los demás; cualquier gesto, cualquier palabra o cualquier mirada me afecta más que a los demás. Alguien podría decir "Guau, eso es genial, sientes mucho mas que cualquiera". Si. Pero a veces no es divertido.
Cuando siento alegria, la siento mas que nadie, pero si siento tristeza, tambien la siento mas.
Como hoy.
Mi tristeza es algo extraño. Me suele conducir a un estado de tranquilidad infinita, como si nada pasara, donde sonrio de la manera mas dulce que conozco y mi caracter se ha calmado, dejando paso a una calma tras el huracan de emociones que soy.
Normalmente me pongo triste cuando tengo mil sentimientos disntinos rondandome por mi cuerpo. Y entonces lloro. Y no lloro de rabia, de "oh dios, odio mi realidad". Lloro porque necesito liberar sentimientos. Las lágrimas solo son sentimientos hechos agua salada.
Por eso, cuando estoy triste y me siento en mi casa y miro porla ventana, y lloro, sonrío a la vez, porque es como sentir esos sentimientos, palparlos, te resbalan por la cara como diciendo "eh, estamos aquí, no estés triste"
Como si esas lágrimas solo dieran un abrazo poco común. Para no sentir la soledad que me invade cuando estoy sola. Una soledad que, en este caso, yo no he buscado, si no que me ha llegado de golpe.
Eso es lo que mas odio de estar triste, la soledad no buscada. Ese sentimiento de impotencia de querer gritar y no poder. Y gritas al vacio con tu sonrisa, tu mirada, y así liberas todo eso que se acumula en ti. Y lloras, y sonries, y piensas lo estupido o estupida que eres. Y te llamas de todo a ti mismo.
Idiota. Imbecil. Estupida.
Y llegas a la conclusion de que te has puesto triste porque sientes demasiado. Quieres demasiado. Eres demasiado feliz. Y vives todo de una manera tan intensa que nadie lo llega a entender.
Y te tachan de depresiva, de persona triste, de ser un fantasma que vaga por ahí, olvidando todo a su paso.
Por eso creo que es un derecho a estar triste, porque la tristeza es un estado de animo que llega cuando has cumplido todos tus objetivos y eres demasiado feliz.
Puede sonar estupido, pero el hecho de tener todo lo que quiero, y todo lo que he deseado me pone triste. Porque hay otra gente que lo merece más que yo, y porque creo que a veces ni yo me merezco nada.
Porque soy eso, nada.
lunes, 3 de febrero de 2014
Pinoko, mi gemela.
Hace tiempo que me apetecía hacer una entrada dedicada. Y en concreto, una entrada para una persona que ha llegado a mi vida de la manera mas inesperada del mundo.
Fue gracioso como empezó todo, porque empezó hace dos años, mas o menos.
Y todo por una foto de un vestido. Y me acuerdo que me moría de ganas de hablar con una chica que parecía que era muy semejante a mi, pero ahí se quedo. En unos pocos comentarios y ya.
Y llámalo casualidad, llámalo destino o llámalo estar en el momento adecuado en el sitio adecuado que vi que esa chica tan genial que tanto se parecía a mi cumplía años en septiembre. ¡Como yo! Y se me ocurrió la tontería de poner un comentario. Yo pensaba que ella no lo vería; ¿por qué iba a hacer caso a alguien con la que nunca habia hablado?
Para mi sorpresa, ella contestó, y yo contesté, hasta que empezamos a hablar.
¡Estaba hablando con la chica chachi! Y empezamos a ver que teníamos cantidad de cosas en común. Música, películas, libros, el amor por el chocolate y una forma de ver la vida muy parecida.
A medida que íbamos cogiendo mas confianza vi que esa chica había pasado por unas situaciones un tanto especiales, como yo. Y en ese momento sentí una conexión con ella que fue inexplicable. Sentía que esa chica, al pasar por tantas situaciones como las mías, me entendía sin necesidad de muchas palabras.
Y entonces me dio miedo y alegría a la vez. ¿Cómo alguien de tan lejos podía entenderme también? ¿Como esa persona que conocía de hablar, me había encantado, me había hecho sentir tan genial conmigo misma?
Pero así era.
Nunca olvidaré ese momento en el que por fin nos vimos las caras. ¡Estaba viendo a la chica chachi de Twitter!
Lo primero que hice fue reírme, era una situación tan rara...Pero me podían las ganas de hablar con ella, con esa chica que había pasado a ser una amiga muy cercana.
Se que mucha gente puede pensar que esto no tiene futuro, que amistades asi no van a ningun lado. Y tengo que decirles que no. Muchas veces te pones a pensar en todas esas personas que aparecen en tu vida por casualidad, y descubres que tal casualidad no existe. Si alguien aparece será por algo.
Y Pinoko, que así se llama, apareció en unos dias en los que yo necesitaba alguien que me comprendiera, que comprendiera por todo eso que habia pasado.
Por eso puedo decir que Pinoko es de lo mejor que me ha regalado el 2013.
Y si, es una persona increíblemente increíble, aunque ella no se lo crea. Y es buena, cariñosa, atenta. También está un poco loca, y a veces dices cosas extrañas, pero es parte de su encanto. Porque si, porque tiene un encanto especial, un nosequé que hoy en día no abunda, y que solo está en esas personas especiales que se esconden y no dejan salir su verdadera esencia. Esta perforada, como ella dice, y es la amante del señor Poe. A veces esta desequilibrada, y otras veces parece demasiado centrada. Le gusta vivir entre la realidad y un mundo paralelo, donde todos los que estamos un poco mal de la cabeza nos encontramos y nos sentimos comprendidos y ya no nos sentimos solos.
A veces me asusta con cosas que dice, me preocupa y cuando ella dice que esta triste, yo me pongo triste, porque su sonrisa es de las cosas mas bonito del mundo entero (le pese a quien le pese)
Es una amiga de verdad, y eso se lo ha ganado muy fácil, porque me ha demostrado muchas veces más que gente que, por circunstancias, ahora no esta en mi vida.
Es una confidente de 10, una persona de esas qe te aguantan cuando nadie mas lo aguanta, y que con decir un "te quiero" te cambia el estado de animo. Una persona que mas de una vez me ha sacado la sonrisa cuando mas lo necesitaba, sin ella saberlo. Soy muy de ocultarme detrás de una sonrisa, que le vamos a hacer.
Y, si, yo no me fumo los kilómetros como estos modernazos de hoy en dia; yo a los kilómetros me los meriendo. Porque me da igual que viva a 65184896545 km, a horas de viaje. Me da exactamente igual.
Porque nosotras somos el vivo ejemplo de que si se quiere, se puede. Y no solo en ser amigas, si no también en que si se quiere salir de toda esa mierda en la que nos han hundido esas escorias de personas, podemos salir. Y no, no estamos solas. Siempre nos vamos a tener la una a la otra.
Pinoko, desde aquí, te quiero muchísimo, no lo olvides jamás. Y tampoco olvides que, en las buenas, en las malas y en las regulares, voy a estar ahi. Siempre.
Fue gracioso como empezó todo, porque empezó hace dos años, mas o menos.
Y todo por una foto de un vestido. Y me acuerdo que me moría de ganas de hablar con una chica que parecía que era muy semejante a mi, pero ahí se quedo. En unos pocos comentarios y ya.
Y llámalo casualidad, llámalo destino o llámalo estar en el momento adecuado en el sitio adecuado que vi que esa chica tan genial que tanto se parecía a mi cumplía años en septiembre. ¡Como yo! Y se me ocurrió la tontería de poner un comentario. Yo pensaba que ella no lo vería; ¿por qué iba a hacer caso a alguien con la que nunca habia hablado?
Para mi sorpresa, ella contestó, y yo contesté, hasta que empezamos a hablar.
¡Estaba hablando con la chica chachi! Y empezamos a ver que teníamos cantidad de cosas en común. Música, películas, libros, el amor por el chocolate y una forma de ver la vida muy parecida.
A medida que íbamos cogiendo mas confianza vi que esa chica había pasado por unas situaciones un tanto especiales, como yo. Y en ese momento sentí una conexión con ella que fue inexplicable. Sentía que esa chica, al pasar por tantas situaciones como las mías, me entendía sin necesidad de muchas palabras.
Y entonces me dio miedo y alegría a la vez. ¿Cómo alguien de tan lejos podía entenderme también? ¿Como esa persona que conocía de hablar, me había encantado, me había hecho sentir tan genial conmigo misma?
Pero así era.
Nunca olvidaré ese momento en el que por fin nos vimos las caras. ¡Estaba viendo a la chica chachi de Twitter!
Lo primero que hice fue reírme, era una situación tan rara...Pero me podían las ganas de hablar con ella, con esa chica que había pasado a ser una amiga muy cercana.
Se que mucha gente puede pensar que esto no tiene futuro, que amistades asi no van a ningun lado. Y tengo que decirles que no. Muchas veces te pones a pensar en todas esas personas que aparecen en tu vida por casualidad, y descubres que tal casualidad no existe. Si alguien aparece será por algo.
Y Pinoko, que así se llama, apareció en unos dias en los que yo necesitaba alguien que me comprendiera, que comprendiera por todo eso que habia pasado.
Por eso puedo decir que Pinoko es de lo mejor que me ha regalado el 2013.
Y si, es una persona increíblemente increíble, aunque ella no se lo crea. Y es buena, cariñosa, atenta. También está un poco loca, y a veces dices cosas extrañas, pero es parte de su encanto. Porque si, porque tiene un encanto especial, un nosequé que hoy en día no abunda, y que solo está en esas personas especiales que se esconden y no dejan salir su verdadera esencia. Esta perforada, como ella dice, y es la amante del señor Poe. A veces esta desequilibrada, y otras veces parece demasiado centrada. Le gusta vivir entre la realidad y un mundo paralelo, donde todos los que estamos un poco mal de la cabeza nos encontramos y nos sentimos comprendidos y ya no nos sentimos solos.
A veces me asusta con cosas que dice, me preocupa y cuando ella dice que esta triste, yo me pongo triste, porque su sonrisa es de las cosas mas bonito del mundo entero (le pese a quien le pese)
Es una amiga de verdad, y eso se lo ha ganado muy fácil, porque me ha demostrado muchas veces más que gente que, por circunstancias, ahora no esta en mi vida.
Es una confidente de 10, una persona de esas qe te aguantan cuando nadie mas lo aguanta, y que con decir un "te quiero" te cambia el estado de animo. Una persona que mas de una vez me ha sacado la sonrisa cuando mas lo necesitaba, sin ella saberlo. Soy muy de ocultarme detrás de una sonrisa, que le vamos a hacer.
Y, si, yo no me fumo los kilómetros como estos modernazos de hoy en dia; yo a los kilómetros me los meriendo. Porque me da igual que viva a 65184896545 km, a horas de viaje. Me da exactamente igual.
Porque nosotras somos el vivo ejemplo de que si se quiere, se puede. Y no solo en ser amigas, si no también en que si se quiere salir de toda esa mierda en la que nos han hundido esas escorias de personas, podemos salir. Y no, no estamos solas. Siempre nos vamos a tener la una a la otra.
Pinoko, desde aquí, te quiero muchísimo, no lo olvides jamás. Y tampoco olvides que, en las buenas, en las malas y en las regulares, voy a estar ahi. Siempre.
sábado, 11 de enero de 2014
Princesas vs Guerreras.
A mi hay cosas que ni los años me cambian. Como mis ganas de quejarme siempre y absolutamente de todo. Vale, si, parece que nunca me gusta nada, nunca estoy de acuerdo con nada, pero no es así. Me quejo de la sociedad que poco a poco se va creando, una sociedad de la que todos nos quejamos y en la que nadie hace nada por evitar eso. Y eso me cabrea muchísimo.
Muchas personas me dicen: "Cactus, es que tu eres una revolucionaria atípica". Bueno, vale. Seré una revolucionaria, y eso me gusta, para que negarlo.
Desde que era pequeña yo ya despuntaba siendo la niña diferente, la rara y la que no se dejaba llevar por lo que la niña más popular de clase decía que había que hacer. Supongo que por eso siempre estaba sola. Pero la cuestión es que ya lo decían mis profesoras: yo era una niña diferente, veía mi realidad de un modo diferente al resto, veía mas allá. Mi imaginación era desbordante, y mi capacidad lógica era increíble para una niña tan pequeña.
Al parecer tenia una capacidad de decisión extraña para una edad tan temprana, pero eso no es un error ni un defecto.
A medida que fui creciendo eso, obviamente, no iba a cambiar; de hecho, se ha convertido en uno de mis rasgos mas característicos.
Cuando eres pequeño vives en un mundo donde todo se te oculta, o tu mente infantil ignora. No hay problemas y todo es muy genial y muy de todo. Pero luego creces, y ves que lo que antes era una igualdad niños-niñas no es así.
Llegas a esas edad tan odiosas de la adolescencia, 15, 16 y mas mayor, 20, como tengo ahora. Y ves que el mundo es una puta mierda.
Todo, absolutamente todo, es "de plástico" como yo digo, artificial, lleno de tópicos y estereotipos de los cuales la gente se queja pero que luego, como animales de ganado, cumplen obedientemente.
¿Hola? ¿En que mundo vivimos?
Me empecé a dar cuenta de que eso de que decían que veía las cosas de manera diferente se cumplía cada vez mas a medida que cumplía años.
Una de las grandes mentiras y estereotipos--y de los cuales más ve avergüenzo de los humanos, sea dicho de paso--es del rollo de "las chicas deben ser princesas".
Bueno, sale mi vena más rabiosa. Que alguien me explique porque, repito, PORQUÉ, una chica tiene que tener como objetivo ser una princesa (en el sentido en el que todos lo entendemos, claro)
La sociedad desde pequeños nos inculca que una niña, cuando alcanza una edad ya madura, jovencita vaya, tiene que vestirse así y asá. Ser femenina.
Debe ser mi mente, que está muy destrozada y muy rayada, pero, ¿quién ha impuesto lo que es ser femenino y lo que no es ser femenino?
Un ejemplo: si a una chica no le gusta andar todo el santo día arreglada al mínimo detalle, con tacones, manoletinas, y chaquetitas, superpeinada, es poco femenina.
Si le gustan más las películas de miedo, o las de zombis, o cualquier otro genero que no sea la típica película vomita arco iris con tropezones de nubes, no es femenina.
Si no le hace gracia el hecho de estar 198498181 horas de compras, entonces no es femenina.
Vamos a ver, vamos a ver. Mi indignación crece por momentos.
He de decir que mis padres jamás me han dicho que debía ser una "princesa"; siempre me han dejado un poco a mi aire.
El sentido de feminidad es tan diverso como personas hay en el mundo. Hay chicos que les gusta ese rollo tipo "princesa", y a otros no. Unos ven atractiva a una chica superarreglada, con su vestido y su chaqueta y otros ven atractiva a una chica con sus pitillos y sudadera.
Pero no, nos bombardean por todos los lados como debe ser una chica femenina (según ellos). Abres una revista, enciendes la tele o vas incluso a las tiendas y ahí están estos ejemplos.
Con esto no quiero decir que, en ciertos momentos, una chica se arregle más. Además hay vestidos y ropa de vestir para todos los gustos últimamente, cosa que agradezco.
Hay momentos para todo, obviamente, pero aún así, las chicas que, según esta sociedad de mierda, opina que no son "femeninas", estamos desfavorecidas.
Ya no me meto en el tema del carácter, porque entonces no terminaría.
Volviendo al tema de mis padres, yo he tenido la gran suerte de que ellos me han enseñado que una chica tiene que ser una guerrera, una chica dura, que pelee por lo que ella cree; que salga a gritar a la calle, a defender lo suyo, que sea autosuficiente y que no dependa de nadie, de ningún principito repeinado que les prometa el cielo y luego no les de nada. Que no se deje llevar por todas esas tonterías de lo que es femenino o no. Soy una mujer y me hago valer, y punto. No hay más.
Normalmente muchas chicas "princesas" suelen ser imbeciles, cabezas huecas y sobretodo, cortas de mente. Les encanta ese rollito, y no ven más allá. Para ellas su realidad se reduce a ir megadivinas, a tener a su principito y poco más. Cenas romanticas, citas romanticas, pelis románticas y multitud de cosas románticas, o, mejor dicho, de cosas que la sociedad dice que son románticas, pero ya hablaré de ello.
Pues yo he elegido ser guerrera, no quiero saber nada de príncipes azules (esos que no existen; de nada) y mucho menos de cuentos de hadas empalagos y moñas que hacen que me suba el azucar.
Como dicen "Yo quiero un Jack Sparrow".
Así que piénsalo bien: ¿princesa o guerrera?
Muchas personas me dicen: "Cactus, es que tu eres una revolucionaria atípica". Bueno, vale. Seré una revolucionaria, y eso me gusta, para que negarlo.
Desde que era pequeña yo ya despuntaba siendo la niña diferente, la rara y la que no se dejaba llevar por lo que la niña más popular de clase decía que había que hacer. Supongo que por eso siempre estaba sola. Pero la cuestión es que ya lo decían mis profesoras: yo era una niña diferente, veía mi realidad de un modo diferente al resto, veía mas allá. Mi imaginación era desbordante, y mi capacidad lógica era increíble para una niña tan pequeña.
Al parecer tenia una capacidad de decisión extraña para una edad tan temprana, pero eso no es un error ni un defecto.
A medida que fui creciendo eso, obviamente, no iba a cambiar; de hecho, se ha convertido en uno de mis rasgos mas característicos.
Cuando eres pequeño vives en un mundo donde todo se te oculta, o tu mente infantil ignora. No hay problemas y todo es muy genial y muy de todo. Pero luego creces, y ves que lo que antes era una igualdad niños-niñas no es así.
Llegas a esas edad tan odiosas de la adolescencia, 15, 16 y mas mayor, 20, como tengo ahora. Y ves que el mundo es una puta mierda.
Todo, absolutamente todo, es "de plástico" como yo digo, artificial, lleno de tópicos y estereotipos de los cuales la gente se queja pero que luego, como animales de ganado, cumplen obedientemente.
¿Hola? ¿En que mundo vivimos?
Me empecé a dar cuenta de que eso de que decían que veía las cosas de manera diferente se cumplía cada vez mas a medida que cumplía años.
Una de las grandes mentiras y estereotipos--y de los cuales más ve avergüenzo de los humanos, sea dicho de paso--es del rollo de "las chicas deben ser princesas".
Bueno, sale mi vena más rabiosa. Que alguien me explique porque, repito, PORQUÉ, una chica tiene que tener como objetivo ser una princesa (en el sentido en el que todos lo entendemos, claro)
La sociedad desde pequeños nos inculca que una niña, cuando alcanza una edad ya madura, jovencita vaya, tiene que vestirse así y asá. Ser femenina.
Debe ser mi mente, que está muy destrozada y muy rayada, pero, ¿quién ha impuesto lo que es ser femenino y lo que no es ser femenino?
Un ejemplo: si a una chica no le gusta andar todo el santo día arreglada al mínimo detalle, con tacones, manoletinas, y chaquetitas, superpeinada, es poco femenina.
Si le gustan más las películas de miedo, o las de zombis, o cualquier otro genero que no sea la típica película vomita arco iris con tropezones de nubes, no es femenina.
Si no le hace gracia el hecho de estar 198498181 horas de compras, entonces no es femenina.
Vamos a ver, vamos a ver. Mi indignación crece por momentos.
He de decir que mis padres jamás me han dicho que debía ser una "princesa"; siempre me han dejado un poco a mi aire.
El sentido de feminidad es tan diverso como personas hay en el mundo. Hay chicos que les gusta ese rollo tipo "princesa", y a otros no. Unos ven atractiva a una chica superarreglada, con su vestido y su chaqueta y otros ven atractiva a una chica con sus pitillos y sudadera.
Pero no, nos bombardean por todos los lados como debe ser una chica femenina (según ellos). Abres una revista, enciendes la tele o vas incluso a las tiendas y ahí están estos ejemplos.
Con esto no quiero decir que, en ciertos momentos, una chica se arregle más. Además hay vestidos y ropa de vestir para todos los gustos últimamente, cosa que agradezco.
Hay momentos para todo, obviamente, pero aún así, las chicas que, según esta sociedad de mierda, opina que no son "femeninas", estamos desfavorecidas.
Ya no me meto en el tema del carácter, porque entonces no terminaría.
Volviendo al tema de mis padres, yo he tenido la gran suerte de que ellos me han enseñado que una chica tiene que ser una guerrera, una chica dura, que pelee por lo que ella cree; que salga a gritar a la calle, a defender lo suyo, que sea autosuficiente y que no dependa de nadie, de ningún principito repeinado que les prometa el cielo y luego no les de nada. Que no se deje llevar por todas esas tonterías de lo que es femenino o no. Soy una mujer y me hago valer, y punto. No hay más.
Normalmente muchas chicas "princesas" suelen ser imbeciles, cabezas huecas y sobretodo, cortas de mente. Les encanta ese rollito, y no ven más allá. Para ellas su realidad se reduce a ir megadivinas, a tener a su principito y poco más. Cenas romanticas, citas romanticas, pelis románticas y multitud de cosas románticas, o, mejor dicho, de cosas que la sociedad dice que son románticas, pero ya hablaré de ello.
Pues yo he elegido ser guerrera, no quiero saber nada de príncipes azules (esos que no existen; de nada) y mucho menos de cuentos de hadas empalagos y moñas que hacen que me suba el azucar.
Como dicen "Yo quiero un Jack Sparrow".
Así que piénsalo bien: ¿princesa o guerrera?
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