jueves, 26 de diciembre de 2013

Adios, 2013.

Cuando llegan estos días antes de que se acabe el año me pongo triste. Siempre me pasa. Me pongo triste porque cuando un año ha sido genial y estupendo no quiero que se vaya, porque parece que todo eso que se ha vivido va a desaparecer y eso, da miedo. Y entonces te pones a pensar en todo ello, y te viene todo de golpe. Te acuerdas de todo, como en caída libre, y se te retuerce el estomago, y luego se ensancha, y tienes mariposas y te enfadas, y te ríes y a veces, lloras.
Pero al final te queda una sensación indescriptible, de saber que todo lo has hecho bien, a pesar de haberla cagado mas de una vez, o de haberte caído demasiadas veces.
Entonces empiezas a ver cada recuerdo por separado, un recuerdo asociado a una canción, una foto, una frase o incluso algo que está en tu habitación que al mirar, sonríes. 

Al principio del año pasado dije: "2013, con un 13, tiene que ser mi año, ya que el 13 es mi numero favorito".
Luego me di cuenta de lo imbécil que fui al pensar eso. Digamos que la frase que resume Enero es: "¿Qué coño hago?".
Pensaba que si el año empezaba así, el final tenía que ser lo peor. 
Ha sido un año en los que he cambiado de opinión más que una veleta. Ahora esto, ahora lo otro, ahora niego esto porque soy así de fantástica y yo me creo mi propia negación, y así. 
Entendí que olvidar a alguien no es decirlo de boquilla, si no que hay que ponerse sería y decir: "Todo va a cambiar". El problema es que me gusta tropezar con la misma piedra todo el rato, y claro, es desesperante para mi y sobre todo para esos chicos chachis que me rodean. 
Decidí pasar pagina en muchos sentidos, pasar de mucha gente, pasar de muchas actitudes y ser como yo quería ser. Aprendí a que no me tenía que callar si algo me molestaba, y que decir "no" es bastante mas facil de lo que uno se piensa. Además, siendo así se descubre la verdadera naturaleza de las personas que están a tu lado, quedando los mejores. O no, mejor dicho, quedando los verdaderos.
Yo no he pasado página, he cambiado de libro directamente. Y me gusta, aunque haya perdido algunas cosas, he ganado otras mejores. Y lo mejor es que he conocido a gente increíble, y a la gente increíble que ya conocía, me ha demostrado de nuevo lo increíblemente increíbles que son. Porque si, porque soy una persona insoportable,  y yo lo reconozco. Y que ellos me aguanten día tras día, tiene merito. 
De la gente que he conocido podría decir nombres, peeeeeero no voy a decir nada. Ellos y ellas saben quienes son. Solo diré una cosa: la distancia no es excusa de nada.

Y no, no me he enamorado este año. Más que nada porque lo empecé enamorada, pero ahora, a día de hoy, nada de nada. He aprendido a valorar el estar sola, y es más, me gusta. Sin preocuparme de si me habla, no me habla, "ay, que me ha visto". Meh. Paso de todo. Con esto no digo que no me gusten algunas personas, pero de ahí al amor hay un paso tan grande como un abismo que aun no estoy preparada para saltar.

También ha sido un año de recuperaciones, de salir de esos pozos negros donde estaba metida, de ver la luz después de mucho tiempo. Entendí que cada uno es perfecto a su manera, y que mucha gente, mas de lo que yo me creía, me veía. No era tan fantasma como yo creía.

Podría contar cada minuto, cada segundo de este año, pero seria un no acabar. Mejor lo resumo en esta canción, la mas chachi del mundo entero. 
Gracias por hacer de este 2013 un año que no ha sido mio, sino nuestro. 






jueves, 12 de diciembre de 2013

Pasión vs Racionalidad.

Cada día que pasa veo que la mente del ser humano no es tan simple como creía. Es más todavía si cabe. 
El otro día me surgió uno de esos dilemas internos, profundos, de esos que empiezan como una gota y acaban siendo un océano en tu cabeza, pues de esos. Y me di de cara con algo que pensé que no volvería a aparecer en mi vida. Bueno, la verdad es que lo estaba evitando. 
Se que es de cobardes evitar pensar en algunas cosas, y ahí es cuando me di cuenta de la simpleza infinita de nuestra mente. Es tan jodidamente simple que solo pensamos al día cuatro cosas absurdas, y ocultamos en lo que realmente queremos pensar, autoconvenciendonos de que si se oculta, desaparecerá. 
¿Por qué somos tan, tan...? Es que no tengo ni calificativo. 
Pero de ahí, de esa conclusión a la que llegue, me aparecieron esas ideas que tanto había evitado. 
Las ideas son lo de menos, lo que importa es el hecho de elegir entre esas ideas. Siempre, siempre, siempre, hay dos ideas contradictorias entre si, entre las cuales, obviamente, tienes que elegir. 
Es como llegar al final de un camino recto y encontrarte con una bifurcación. Y entonces llega el momento de decidir. Que tiemble el mundo y la mente humana; un humano eligiendo puede llegar a ser desesperante. Y encima casi siempre se equivoca en sus elecciones aunque las haya meditado durante mucho tiempo.
Los caminos a saber son el camino de la idea que te gusta, el de las pasiones y el placer; y el otro es el camino de la idea que es correcta y racional. 
Ahora es cuando el ser humano la caga considerablemente. Empiezas a sopesar los pros y contras de un camino o de otro.
El camino de las ideas que te gustan, elegir el placer en definitiva, es un camino donde lo vas a pasar genial, donde cada día va a ser una aventura y te vas a sentir genial porque vas a hacer lo que quieras sin rendir cuentas. Lo que quieres lo tienes ya, ahora, no hay que esperar. Lo que pasa es que este camino casi siempre es el que menos nos conviene. Es un camino peligroso, te metes en la boca del lobo, vamos. Y es que tu mente te dice: "Cuidado, que te vas a pegar la ostia de tu vida". Pero una parte de ti dice: "Seguro que no, porque voy a tener cuidado y me lo voy a pasar como nunca". Ahí tu mente desconecta, como la mayoría de las veces en las que tienes que hacer y decidir algo importante en la vida. 
Ves el camino, ves que es un camino pedregoso, difícil de andar por el, pero aún así, sabiendo que a la mínima de cambio vas a tropezar, te quieres arriesgar. Estupidez 1 - Mente 0.

Entonces miras al camino de la racionalidad, el que se considera correcto y el que mas te conviene. Ese en el que la seguridad, la tranquilidad y la calma reinan y donde sabes que vas a hacer lo correcto, dejando un poco de lado lo que te gusta. Sabes que en ese camino vas a pensar más tus acciones, no te vas a dejar llevar tanto como en el otro porque piensas las consecuencias. Ese camino es liso, no hay obstáculos y si lo hay son pocos. Sabes que va a ser relativamente fácil andar por el, ya que es suficientemente grande para que alguien camine contigo; al contrario que el otro. Pero ves la parte en la que este camino puede llegar a ser aburrido. ¿Y los retos, y las aventuras, y las locuras? No va a haber demasiadas, porque prima antes el ser racional al ser pasional.

Y ahí estas tú, días y días mirando qué te conviene más. Pasión y placer frente a racionalidad y conveniencia. 
Entonces tu maravillosa mente se le ocurre una idea de lo mas estúpida, para variar: "Puedo alternar los dos, y caminar por los dos".
Pero ves que esta vez no es como las otras. Cuando empieces uno llegar al otro va a ser imposible, asi que tienes que elegir muy bien. 
Es hora de tomar una decisión que no va a ser LA decision de tu vida, pero si que va a marcar un nuevo punto de partida en tu vida. Vas a tener que dejar un montón de cosas a un lado, vas a tener que pensar en hacer lo que te gusta y en hacer lo correcto.
En pensar en quien te aporta pasión a tu vida y en quien te aporta racionalidad. 

A día de hoy, el 99% de la humanidad nunca ha acertado en esa encrucijada. ¿Y si alguno somos ese 1% que falta?


lunes, 25 de noviembre de 2013

El ser humano es masoquista.

El ser humano es extraordinario. Es el único animal capaz de hacerse daño a si mismo, y aún así queriendo hacerse más. No me refiero a dolor físico, sino dolor mental, psicológico. Los humanos somos estúpidos, así, resumiendo.
Buscamos el dolor mirando fotos, leyendo mensajes antiguos o pensando en recuerdos que pensamos olvidados. 
Un día te levantas y por lo que sea te acuerdas de la imagen de una persona, de algo que te dijo, o de una situación concreta en la que fuiste feliz. Y le das vueltas todo el día, una y otra vez, hasta que esa idea se incrusta en tu cabeza y no te deja pensar mas allá de dicha idea. 
Si al menos fuera buena...pero nunca es así. 
Los humanos nos creemos la raza fuerte, pensamos que "bah, lo pasado pasado está, yo jamás me acordaré de eso ni desearé volver a aquello". Nos mentimos a nosotros mismos sabiendo que cualquier día caeremos en los recuerdos y nos hundiremos. Pero nuestra estupidez es mayor que nuestra cautela, así que nosotros seguimos repitiéndonos esas frases tontas y poco convincentes por el simple hecho de pensar de que así no nos acordaremos. 
"A esta persona la odio", "Jamás volveré a querer a nadie", "Mejor ahora que no está", y un sinfín de mantras tontos y absurdos. 
Pero entonces llega un día cualquiera, y llámalo destino, casualidad o hijoputismo por parte de tu vida, encuentras algo que cambia tu estado de animo. Y empiezas a pensar, t mente se revoluciona y cuanto mas piensas en parar de pensar en esa idea, más piensas y así, así hasta que se hace imposible pensar en nada mas. 
Experimentas esas mariposas de nuevo en el estomago, esa risa concreta, o sientes ese abrazo de nuevo de esa persona perdida. 
Y empiezas la fase de negación, la fase donde niegas que todo eso te afecte, que "tu estas por encima de todo eso". Luego, y no se porqué, te acuerdas de los momentos buenos, y entonces sin querer, sonríes. Te acuerdas de una frase, y miras una foto, y te acuerdas exactamente de lo que os dijisteis en esa foto. 
Luego llega la fase de depresión absoluta, donde empiezas a pensar que eres tu el causante de que todo se estropeara: una relación rota, una amistad rota y la gente olvidada. 
Y entonces te das cuenta de que por mucho que dices, jamás has sido capaz de olvidar a esas personas, porque esas personas de una forma u de otra te marcaron, hicieron algo nuevo en ti, te cambiaron.
Te hicieron ver, te hicieron sonreír, incluso alguno te hizo llorar. Pero esos momentos estarán ahí siempre.
Nuestro problema no acaba ahí, no. Seguimos demostrando nuestra maravillosa inteligencia, y entonces poco a poco nos anclamos en los recuerdos. Un error muy muy grave.
Anclarse en los recuerdos es lo peor que puede hacer alguien; vivir de recuerdos, como alimentándose poco a poco, sobreviviendo de una realidad ficticia. 
No podemos volver atrás y aun así, cabezones, lo intentamos. ¿Pero no nos damos cuenta de que eso es imposible? Y nada, nosotros lo seguimos intentando, nos hacemos mas daño, pero lo intentamos otra vez.

Pueden ocurrir dos cosas entonces: están los que se dan cuenta de que así no se puede vivir e intentan pasar página, poco a poco, pero lo intentan y lo van superando; y luego están los que prefieren sumirse en ese mundo irreal y utópico, rodeado de sus recuerdos, y perdiendo poco a poco el sentido de la realidad. Su felicidad se reduce a hechos pasados, y mientras se están perdiendo momentos increíbles de su presente. Esos recuerdos son como una droga, se vuelven yonkis de ella, la necesitan para decir que son felices. Pero es una felicidad falsa, no real, que actúa como un arma de doble filo. Es felicidad por recordar el dolor, no por recordar las cosas buenas.

Todos somos así, siempre elegimos lo peor porque creemos que es lo que nos va a hacer feliz. Sabemos que esta la piedra, y nos tiramos a ella, cuando seguramente hay a tu lado la felicidad verdadera, pero no la ves.
Es como la Caverna de Platón; ¿que prefieres: salir a la luz, al mundo real, o quedarte en la oscuridad, alimentando tu mente de ideas no reales?
Con eso no quiero decir que recordar sea un error, para nada. Recordar esta bien, echar de menos a alguien que ya no esta a tu lado esta bien, pero anclarse en esa idea, en que queremos que todo sea como antes, ahí esta el error. 
Nada vuelve a ser como antes, absolutamente nada. Nosotros cambiamos, el mundo cambia. Nada se repite, todo esta en movimiento. Lo que una vez te gustó, puede que ahora no te guste.

La decisión es únicamente nuestra. 


martes, 15 de octubre de 2013

"Unidos en un abrazo simétrico"

"Sin rubrica, pero por pacto tácito
acepta ser mi victima.
Dejame que te lleve hacia la atmosfera.
acompañame en mi triste habitáculo.
Sentemonos, miremonos,
relajemonos y pongamonos musica.
De pronto, abalancémonos
besémonos con hambre, acariciemonos.
Desnudemonos rapido
y volvamonos locos. Devoremos
como bestias indomitas. Mostremonos
solicitos a cada prelegómeno.
Derritamonos en abrazos calidos.
Virtamonos en humedos oceanos.
Abrete a mi, abandonate y enseñame
el sabor de tus liquidos.
Mordamonos, toquemonos, gritemonos,
permitamonos que todo sea valido
y sin parar,
follemonos.
Follemonos hasta quedar afonicos.
Follemonos hasta quedar escualidos.

Durmamonos despues, así, 
abrazandonos.

Y al otro dia, quiereme."


Esto es solo un fragmento de un poema de Daniel Orviz, llamado "Quiereme". Os recomiendo que os lo leais, porque es increible. 

sábado, 12 de octubre de 2013

"De la A a la Z"

Ayer, curioseando por Youtube vi que muchos usuarios hacían un video que se titulaba "De la A a la Z". Consiste en que con cada letra escojas una palabra que te represente, y explicar un poco el porqué de tu elección. Y me pareció una buena idea para que vosotros, esos lectores invisibles y no tan invisibles, me conocierais un poco más. Así que aquí va mi "De la A a la Z"

A, de Amigos. Yo tengo los mejores, y eso es una realidad.

B, de Boxeo. A mi padre y a mi nos encanta ver los combates juntos.

C, de Cactus, por supuesto. Ese nombre me ha traido alegrias por todos los lados, y me ha cambiado la vida, la verdad.

D, de Despistada. Si, soy tremendamente despistada. Pierdo todas mis cosas, o como siempre estoy en las nubes, no me entero de nada.

E, de Especial. Creo que mi vida es bastante especial, y que todas las personas que la componen lo son a su manera. Tengo mucha suerte en ese sentido.

F, de Farmacia, mi carrera.

G, de Guerrera. Así me llama mi padre muchas veces, porque dice que nunca me callo, y que siempre estoy saltando a lo que la gente dice.

H, de Hippie. Me considero una persona bastante preocupada por su planeta; lo cuido y lo protejo porque es donde vivo. El nos da todo y nosotros lo destrozamos. Logica not found.

I, de Imaginación. Desde pequeña me dijeron que mi capacidad de imaginar destacaba sobre los demás. Supongo que por eso me gusta tanto escribir.

J, de Jeringuilla. Nada más que añadir.

K, de Karma, que esta siendo ultimamente mi mejor amigo.

L, de Leer. Me encanta leer, me ayuda a evadirme de la realidad muchas veces y además, me inspira para mis propias historias.

M, de Maniatica. Mis amigos y mis padres me lo dicen: soy demasiado maniatica y eso me ha traido problemas.

N, de Nublado. Esos dias grises de otoño y de invierno me parecen los mas bonitos del mundo. Y es cuando mas salgo, ademas.

Contiene la Ñ, de España, mi pais, con sus pros y sus contras.

O, de Ocarina. Si, soy la mayor fan de Zelda que hay y habrá.

P, de Punk. Mi musica favorita, desde que era bien pequeña.

Q, de Quejarse. Me encanta, adoro y bueno, eso, que me encanta quejarme por todo.

R, de Revolución, la palabra mas bonita del mundo entero.

S, de Soñar. Si hay algo que me caracteriza es que soy extremadamente soñadora. Y yo estoy dispuesta a cumplir todos mis sueños.

T, de Twitter. No podia faltar esta palabra. Twitter fue y es una parte importante. Gracias a Twitter he conocido a gente de un monton de sitios con la que compartes musica, comentarios y sobre todo, vivencias que hacen que consigas amigos por todos los puntos del mundo. Y si, les conocere a todos algún dia.

U, de Ust. Quien vea Youtube, sabe a que me refiero.

V, de Viajar. Por suerte, mis padres son unos amantes de los viajes, cosa que he heredado de ellos. Ahorramos todo el año para poder viajar bastante y merece la pena el sacrificio.

W, de Wok. La comida asiatica me apasiona. Y siempre que puedo, la consumo.

Contiene la X, de Exito. A lo que aspiro, cueste lo que me cueste.

Z, de Zombi. Me encantan todas las peliculas de miedo, y soy muy fan de las historias apocalipticas.


lunes, 7 de octubre de 2013

El mejor final.

Llovía. Se despertó de golpe cuando un trueno rompió en el cielo. Se agarró más a las sabanas y sonrió: le encantaban este tipo de días, tan silenciosos, tan fríos  Pero hacia mas frió de lo normal. Se incorporó con una sensación extraña en su interior, como si algo no fuera bien. Bajó de las cama y echó a caminar descalza.
No estaba en su casa, ni en su habitación. ¿Donde demonios estaba entonces?
Cautelosa y paso a paso, salió del cuarto, para dar a un pasillo demasiado infinito para que fuera real. De repente un miedo le recorrió el cuerpo, y se sintió vulnerable.
"Seguramente estaré en un sueño", pensó. "Todo es cosa de mi imaginación".
Envalentonada por esos pensamientos volvió al cuarto donde se había despertado, y vio con asombro como esta vez si era su cuarto, con todas sus cosas. No le dio mas importancia, pues seguro que estaba adormilada cuando se levantó. 
Cogió su chaqueta y salió de nuevo, donde se encontró con su madre. Pero no era la misma: estaba como gris, caminando arrastrando los pies. La luz de sus ojos había muerto y su mirada estaba perdida.

-Mamá, mamá-decía ella.

Pero no obtuvo respuesta. Su madre pasó de largo, ajena a la llamada de su hija. 
Dejando a su madre en casa, salió a la calle y lo que vio no le agradó. Había gente arremolinada entorno a la puerta de su casa, pero por alguna extraña razón nadie la veía. Bajó los escalones y pisó la calle, aun descalza. Vio de lejos a su padre, un hombre serio que ahora parecía viejo, como si un gran peso le hundiera poco a poco. Cerca de ella estaban sus amigos, que lloraban y algunos estaban con el gesto crispado. 
La pregunta que martilleaba en su cabeza era la de "¿Qué esta pasando?"
Empezó a gritar los nombres de todos sus seres queridos, pero nadie la veía ni oía  Como su madre en casa. Los gritos se amortiguaban con los gimoteos, la voz se le apagaba y las lagrimas se agolpaban en sus ojos peleando por salir. Caminaba perdida, con los pies sucios y el pelo mojado por la lluvia. 
Decidió alejarse de la multitud, así qué empezó a correr como nunca. Al hacer un giro se resbaló y se cayó en la acera. Y se quedó así  inmóvil  llorando sin saber que ocurría. No supo cuanto tiempo se quedó tirada en el suelo hasta que se incorporó. Sus rodillas estaban ensangrentadas y algo le pinchaba en el pie: un trocito de cristal de un espejo que estaba abandonado en la acera. 
Se aproximo a el, tambaleándose y se miró. Miró su cara triste, y su cuerpo, y sus ojos. Su pelo ahora era un cúmulo de enredos y la cara la tenía sucia. 
Al principio no se dio cuenta, pero vio que su reflejo no hacía lo mismo que ella. Eso la asustó aun mas, y cuanto mas se alejaba, mas se distorsionaba la imagen. De pronto, una voz retumbó en su cabeza y vio como su propio reflejo movía los labios acorde las palabras.

-Eres patética, ¿no lo ves? Has causado dolor y preocupación a tu alrededor toda tu vida, pero hoy has conseguido lo que querías: que todo el mundo sea feliz. 

Ella callaba, escuchando a ese reflejo maldito que no era de ella.

-No recuerdas nada, ¿verdad? Tu elegiste este camino, tu elegiste dejar el sufrimiento a un lado. Decidiste ser una cobarde. Y ahora, tienes tu merecido. ¿Quieres saber por qué nadie te ve? Ve, vuelve a tu casa, vuelve y observa. Asume tu realidad.

La figura refleja echó a reír  deformándose mas y mas, hasta convertirse en una figura demasiado esquelética para ser humana. 
Huyendo del lugar, volvió a su casa, como le había dicho su propio reflejo y buscó algo que le dijera el porqué de todo esto.
Subió a su casa, donde volvió a encontrarse con su madre. Seguida por el instinto dirigió su mirada hacia el baño. Poco a poco empujó la puerta hasta que la abrió y dio a la luz.
El grito que salió de su garganta la desgarró por dentro; la imagen era grotesca.
Se estaba viendo a ella misma, en el suelo, con sangre a su alrededor. El cuerpo estaba lleno de heridas, y a su lado, un bote de pastillas medio vacío, unas pastillas que ella conocía bien. 
Se acercó a su propio cadáver, observando que su gesto era como si estuviera durmiendo.

-Y así ella murió. Como una cobarde por no poder aguantar la presión de una vida llena de complejos, llena de risas burlonas, llena de dolor y soledad. 

Miró a su reflejo en el espejo del baño y sonrió. Así que esa figura esquelética era ella misma. Se había corrompido. 
Sonrió a su macabro reflejo y después se tumbó al lado de su cadáver  cerró los ojos y perdió la consciencia. 
Ella, que era una luchadora había sucumbido al terror de vivir en soledad cuando no era así. 
Dejaba dolor cada día con su existencia, y ahora había dejado tal dolor que nunca se olvidaría.

martes, 24 de septiembre de 2013

Las 20 ideas mas absurdas.

Ayer cumplí 20 años. Vale, si, se que os da lo mismo, pero para mi es importante. La verdad es que no me siento ni mas mayor, ni mas de nada. Me siento exactamente igual. ¿O no?
La verdad es que hace un tiempo me propuse hacer una lista de todas las cosas que quería hacer con 20: Las 20 cosas que hacer con 20 años. Es una tontería, lo se. 
Primero hice una, que resultó ser realmente patética  Hice mas tarde una segunda, y se acercaba mas a lo que yo quería. Pero ayer por la noche, hice la lista definitiva. Habrá a personas que le parezca una sarta de tonterías  o a lo mejor a otras le parece una maravilla. Me da igual. 
Lo que si se es que espero que se cumplan la mayoría  no todas, no quiero tanto. Y espero poder contar la experiencia aquí, para que pueda recordarlo de vez en cuando, y sonreir a la vez por haber cumplido uno de mis pequeños sueños. 
Aqui va La Lista de las 20 Cosas que Hacer con 20:

1. Ver las estrellas, ya me da igual que sean fugaces o no.
2. Irme con mis amigos unos días a Dublin en verano.
3. Cantar en publico, sin vergüenza.
4. Enamorarme de nuevo.
5. "Mochileo en verano"
6. Acabar alguna de mis historias.
7. Ir con mi padre a ver algun partido del 6 Naciones (si, adoro el rugby)
8. Conocer en persona a todas esas personitas del pajarito azul.
9. Aprobarlas todas. A la primera. JAJAJAJAJA ojalá.
10. Comprarme una camara de fotos buena, muy buena. Pero con mi dinero.
11. Conseguir un estuche de pinturas.
12. Empapelar mi habitacion de frases, posters y fotos.
13. Ir a un concierto de Berri Txarrak.
14. Retomar mis clases de baile; que las zapatillas de ballet estan muertas de risa.
15. Hacerme el piercing de la oreja.
16. Ir al Dcode.
17. Dibujar Madrid en Navidad.
18. Invertir mas horas en el voluntariado, aunque me tenga que matar a estudiar para tener tiempo.
19. Ver amanecer Madrid. VIvo alli, pero jamás lo he visto.
20. No perder la sonrisa por un instante.

Creo que no pido nada extraordinario, y la verdad es que tengo todo un año para cumplir todos mis objetivos. Mis padres me han enseñado que con esfuerzo y con tesón todo se consigue, que si uno se cae hay que levantarse porque quien se esfuerza, a la larga lo consigue todo, y es sumamente feliz. 
Son cosas simples, que vives en un instante y que te dejan el recuerdo para siempre. Y todas y cada una las quiero cumplir con esas personas que han hecho de estos 20 años una maravilla, antes o después. Cada persona es responsable de uno de esos deseos de la lista.
Porque no hay nada mejor que cumplir tus sueños con aquellos que los han ido formando poco a poco. 

martes, 3 de septiembre de 2013

Querida yo.

Hola Cactus.

Se que te va a resultar raro esto, pero soy tu yo del futuro. Ahora tienes 17 años y piensas que todo esta perdido, que no vas a poder salir de donde estas metida y crees que los problemas te van a ahogar hasta morir. He de decirte que puede que sientas morir muchas veces, pero va a merecer la pena. ¿Sabes por qué? Porque luego todo mejorará. 
Te ves ahora mal, te ves rara, diferente y ves que no encajas con nada ni con nadie. Pero ten paciencia y sobre todo nunca pienses en cambiar. Que te voy a decir, eres una cabezota y eso de cambiar no va contigo. 
Tampoco lo sabes, pero con 17 vas a saber que es esa locura del amor. Pero el de verdad, eh. Ese que te hace sentir bien y mal al mismo tiempo, que te emociona y te hace quedarte en vela noche tras noche; es que te mata el estomago porque lo tienes lleno de mariposas. No tengas miedo, dejate enamorar, tu tambien tienes derecho a sonreir. 
Hazme un favor, y deja de ser tan estupida y centrarte en ti misma un poco mas. Que seas diferente no significa que seas una mala persona o un despojo; cuando crezcas te daras cuenta de que ese es un maravilloso don.
Ten cuidado de quien te fias, porque lamentablemente te van a hacer daño y por muy fuerte que seas, en el fondo estas cosas te afectan mucho. 
Aun no sabes que quieres estudiar, tranquila. Vas a meterte en una carrera donde te van a putear demasiado, pero se que vas a ser feliz, porque es lo que te gusta, porque ves que estas hecha para esto. 
Deja de ser tan cerrada de mollera, y dejate ayudar mas de una vez. Te cuesta horrores pedir ayuda cuando no es nada malo. Deja que la gente se acerque a ti, no tengas miedo ni ideas tontas sobre "se van a aprovechar". Muchas personas te van a sorprender, y tu a ellas.
Por ultimo decirte que si, ese maravilloso flequillo y esa estetica medio emo va a desaparecer. Lo se, es horrible, nos pegaba mucho, pero es hora de crecer. También que vas a empezar a reivindicar tus ideas, vas a dejar de ser tan callada y dejar que el mundo te maneje a tu antojo. Vas a despertar, por fin. Que a veces te cuesta mover el culo por lo que quieres, maja. 
Nunca te alejes de tus amigos, van a ser el mejor apoyo que vas a tener y deja de ser tan llorica, anda. Que te pones muy fea llorando, mas de lo que ya eres. 
Te empezarás a llamar Cactus, ya entenderas el porque. Y eso te cambiará la vida, te lo aseguro.
Recuerda, eres increible. Diferente a los demás, espiritu libre. Se feliz, que te lo mereces.

Atte, Yo.

lunes, 2 de septiembre de 2013

La parte pequeña de un todo.

Ya se acaba el verano. No he escrito nada desde principios de éste porque no me ha dado tiempo; ha sido uno de los mejores veranos de mi vida. (¿Será porque lo he vivido de verdad?)
No he parado de hacer todo lo que quería, y he estado de la gente que más me aportaba a mi lado (no todos, que algunas han estado fuera demasiado tiempo)
He viajado, he visto mundo, ya sea por una semana o por una locura de un dia. He compartido momentos de todos los tipos con mi familia, con mis amigos. He reido hasta que ha dolido, y he llorado hasta que me he terminado riendo. 
Este verano se resume en que la vida me ha tratado bien. En que he no me ha dado pudor gritar por la calle, hacer el idiota y que la gente me mirase. Se han definido quienes son mis chicos preferidos, esos que mas que ser mis amigos son como mis hermanos de diferente sangre que, cada uno a su manera, me ha dejado una frase, un momento o algún gesto que ha hecho que aprenda un poquito mas de como soy.
Me he enamorado otra vez, de una manera mucho mas fuerte y mas clara. Vuelvo a creer en todos mis ideales, y no me avergüenzo de ellos, al contrario.
Todos mis sueños de verano, o casi todos, se han cumplido. ¿Por qué no soñar otra vez, pero a lo grande?
He aprendido a querer a la vida, a sus mas y sus menos; veo que no soy una persona defectuosa, como muchas veces me defino, para nada. Veo que soy una persona con un pasado malo, pero un pasado superado. Y eso es lo que me ha hecho disfrutar tanto estos meses de verano, de disfrutar cada dia como si fuera el ultimo que pasase en el mundo. 
Me he dado cuenta de la cantidad de cosas buenas que me rodean, de que si, a veces parece que estoy loca, y si, muchas veces me quejo de que todo va mal, pero no es asi.
Siempre mantendré que la vida, al final, es injusta, porque me da rabia ver como una persona se esfuerza por conseguir algo sin obtener resultado positivo, y otras personas lo consiguen todo simplemente cerrando y abriendo los ojos. 
Me han hecho pensar que si, que mirase a mi alrededor y ver que tengo todo lo que yo he querido siempre. ¿Para qué pedir mas?
La "Chica de los Ojos Tristes" pasó a mejor vida.

Ha sido un verano increible, y parte de ese "increible", una parte muy importante, habéis sido vosotros. Creo que no hace falta decir quienes sois, porque cada uno lo sabeis. 
Sabeis lo mucho que os quiero, y lo mucho que os agradezco estos meses increibles. 
Gracias, chavales. 

martes, 2 de julio de 2013

Estrella sin luz.

Me acuerdo de una frase de Memorias de Idhún que me encantó cuando la lei, que es: "Por eso busco estrellas fugaces".
Para Victoria, la estrellas fugaces son personas y para mi también lo son. Estrellas luminosas, que llegan a tu vida, la cambian y su luz se va, pero ellas se quedan contigo. 
Ha pasado ya un tiempo desde que todo me va genial, pero hay días en los que me veo un tanto extraña. Supongo que será lo normal. 
Días como hoy me veo como una estrella sin luz. Me lo noto yo misma en mi propia mirada, en la musica que escucho e incluso en los dibujos que hago. Todo se refleja. 
A veces me empeño en ser estrella luminosa, pero no consigo sacar esa luz que hay en mi. ¿Acaso es que no tengo luz? Un monstruo no soy, pero no soy capaz de sacar la luz tan facilemente como el resto de la gente. 
Me da miedo pensar que algo o alguien se haya podido llevar mi luz, y que no me la devuelva. Porque, ¿quien va a querer a alguien sin una chispa de luz en su interior?
Me gustaría pensar que mi sola presencia ha podido cambiar la vida de alguien; que ha podido provocar algún sentimiento. Me gustaría saber si he sido estrella fugaz de alguien.
Y, si he llegado a cambiar algo de alguien, ¿por qué no he visto los efectos? 
No tengo respuesta. 
Me han dicho mil veces que todos, absolutamente todos, tenemos luz. A veces nosotros no vemos nuestra propia luz, incluso que muy poca gente la vea, pero seguro que alguien se acabará percatando de ella. 
Me encantaria que alguien se acercase a mi y, sin miedo, sin dudas, sin nada, solo me sonriera; y que con esa sonrisa se dijera todo. 
No creo que sea un modelo a seguir, ni un ejemplo de conducta. Para nada. Soy una persona mas de este mundo. Con sus ilusiones, y con sus miedos. 

Y creo que ya es hora de que las estrellas sin luz, como tu, como yo, como el resto que andan perdidas, iluminemos un poquito más. 


viernes, 28 de junio de 2013

Atras en el tiempo.

¿A quien no le gustaría tener una maquina del tiempo? Poder viajar al fururo, al pasado; volver a vivir momentos felices, o verlos como un mero espectador para entender los sentimientos de la otra persona. 
A mi me encantaría. Viajar a ciertos momentos de mi vida y darle al "pause", vivir alli eternamente, sin hacerme mayor, viviendo ese momento hasta que agotase.
Tambien para cambiar cosas del pasado, para no cometer errores. Para que todo fuera diferente. 
Yo cambiaria muchas cosas de mi pasado, pero si lo pienso son esas cosas las que han hecho de mi lo que soy ahora. Ha habido momentos dificiles, y llenos de dolor, pero eso no significa que quiero que desaparezcan, solo que me hubiera gustado que hubieran sucedido de otra forma, sin cambiar la esencia. 
Soy de la opinión del que el pasado, pasado está y si pasó fue por algo. No podemos intentar volver a vivir lo mismo exactamente ahora, porque nosotros con el tiempo cambiamos, nos suceden cosas y somos mas mayores. 
Pero si podemos hacer que lo que fue bueno un día, sea mejor ahora. El destino es nuestro y puedes cambiarlo a tu antojo, porque hay mil caminos por los que puedes optar. Pero no hay caminos de regreso, solo hay caminos que avanzan. Algunos son parecidos a los que un día andaste, otros no. 
Con el tiempo aprendes a que hay que sacarle todo lo que puedas al camino en el que estés, aprender para no caer y tropezar. 
Mi madre un dia me dijo que solo tenemos una oportunidad de mirar atrás y de volver a ese instante, cambiarlo y hacerlo nuestro y desde ahí, continuar. 
Hay muchos momentos para elegir, pero hay que saber elegir; en eso consiste el hacerse mayor. En elegir a quien quieres a tu lado, a quien no. Que es lo mejor para ti, que es lo que te apetece. Quien te hace feliz, y quien no. Quien coarta tu libertad y quien te da alas de libertad. 

jueves, 27 de junio de 2013

Es tiempo de ser feliz.

¿Quién alguna vez no se ha hecho la pregunta de: hoy me tocará ser feliz por fin? Quien nunca se la haya hecho, miente. 
Nos da miedo hacernos esa pregunta, porque tememos la respuesta más que nada. Tememos recibir un no, un "aún no te toca". 
La vida te enseña poco a poco que esos miedos hay que perderlos y que la felicidad personal no depende de una pregunta absurda que te haces de vez en cuando. No. Tu felicidad depende de ti. 
Ve a por lo que más quieras, lo que te diga tu corazón que anhela. Cierra los ojos, deja que todo lo que sientas fluya, salga de tu corazón. 
Te aseguro que en tu mente se ha dibujado lo que deseas más. 
Ahora, ¿por qué no vas a por ello? Ve, joder, que el tiempo es algo que pasa demasiado rápido. 
Ve a por eso que te hace tan feliz, que te hace sonreír cada mañana y que te hace animarte cuando estas de bajón. No sueñes con tu felicidad, ve y cógela  porque es tuya, siempre lo ha sido, solo que no has tenido nunca el valor de ir a por ella.
Deja a un lado ideas absurdas, comentarios de gente, y adelante. Que te de igual lo que piense el resto. 
Se que diréis  "Es que decirlo es mas fácil que hacerlo" No lo niego. Muchas veces nuestra felicidad reside en una persona y no es fácil acercarse y decirle: "eh, hola. Me haces feliz." 
Lo se, no es nada fácil. Pero no cometáis el error que yo cometí. No dejéis escapar a la persona que sabes que tiene la llave para hacerte feliz del todo. 
Seas quien seas, no se que haces aquí. Deberías estar atrapando tu felicidad, no leyendo los desvaríos de una chica que un día cometió el error de dejar ir su felicidad por razones que ni si quiera ella aun llega a comprender. 
Así que, ¿a que estás esperando?

miércoles, 19 de junio de 2013

"El mundo no es una fabrica de deseos"

Hace un par de días, una amiga me dejó un libro que según ella, me iba a encantar. Y tanto si me gustó, que en dos días me lo leí.
Al principio me resultaba la típica historia de chica enferma de cáncer que conoce a un chico también con cáncer y se enamoran y bla bla bla. 
Pero poco a poco vi que la historia decía mas de lo que dejaba entrever. A medida que pasaba las páginas fui poniéndome en la piel de la protagonista, intentando sentir lo que ella contaba. 
Tengo que decir que el final me sorprendió muchísimo, pero me gustó. 
El libro es cortito, sin aparentemente con ganas de ser un libro recordado. Pero la historia me llegó. El libro deja un trasfondo lleno de mensajes. 
Saqué varias ideas, como que la vida es demasiado corta como para estar pendiente de las tristezas, que hay que vivir cada minuto, que no hay que sentirse como una "granada", como dice la protagonista tantas veces (Una granada se refiere a que tenía miedo de estallar y que toda la metralla se incrustara en el corazón de aquellos que la querían)
También he visto que puedes conseguir todo lo que te propongas; la protagonista estaba enferma y aún así cumplió sus sueños. Encontró el amor, un amor fugaz, pero un amor. Y encontró a una familia que la quería mucho mas de lo que ella se pensaba. Se dio cuenta de que, como decía Augustus, no quería caer en el olvido, porque es a lo que mas miedo le tenía Augustus, a morir y a ser olvidado. 
Se llevó palos, entendiendo que, el mundo no es una fabrica de deseos y que las ilusiones son efímeras, pero que cuando te rozan dejan una marca que quedará para siempre. 
"¿Cómo vamos a desear el placer si no conocemos el dolor?", es un pensamiento que se deja ver en toda la obra. Los protagonistas sufren por lo que pasa a su alrededor, por lo que le pasa a sus seres queridos y a ellos mismos, en el interior de su mente. Pero son felices. Su dolor les condujo a una felicidad que jamás habían experimentado y, aunque fue efimera y fugaz, les cambió por completo. 

La conclusión es que, a parte de llorar con el libro, es que la vida es un suspiro. Hay que dejar de lamentarse por cosas del pasado, cosas que se dijeron y se hicieron, y dejarnos de tanto rencor y tanta mierda que estropea las relaciones entre nosotros. Dejemos a un lado todo ese pesimismo, esas tonterías que nos enturbian la mente, nos hacen estar en vilo, preocupados todo el día porque estoy convencida de que la mayoría de las veces son gilipolleces. 
Dejémonos ayudar por el que está a nuestro lado, porque tu no lo sabes, pero puede que esa persona te de esa ansiada felicidad que tanto tiempo has buscado, dando igual que sea poco duradera o sea amarga o dulce.
Es felicidad, al fin y al cabo.

(Por cierto, el libro se llama "Bajo la misma estrella", de John Green. Os lo recomiendo de verdad, es fantastico)


jueves, 13 de junio de 2013

Espiritus libres.

"-¿Pero le echas de menos?
+ Claro que le extraño. 
-¿Y por qué no lo intentais?"

Ese diálogo se repite constantemente con muchos de mis amigos y conocidos. ¿Quién, a estas alturas, no conoce mi historia? 
Siempre que la cuento la gente lo ve como la típica historia trágica, de los dos que no pueden estar juntos. Pero, cuando digo que todo es diferente para mí, me miran extrañados.
Claro que todo es diferente, todo ha cambiado. Yo he cambiado, él ha cambiado. Y no somos dos crios. 
Cuando te enamoras por primera vez pueden pasar dos cosas: o que toso salga increiblemente bien, o que todo salga increiblemente mal. No es que sea una persona con mucha suerte, asique me ocurrió lo segundo. 
Todo es precioso al principio, pero luego al realidad te explota en la cara. La edad además hace mucho. No ves las cosas igual con 16 años que con 19. Creces, ves mucno, conoces a gente. Empiezas a entender que hay muchas personas en el mundo que te pueden ofrecer lo mismo que esa persona, que pueden hacerte feliz. También entiendes que jamás nadie te va a llenar como el primer amor, ni te vas a sentir igual. Pero eso es parte de la vida. 
Veo a multitud de parejas felices, y lo que antes me daba envidia, ahora solo me da alegría. Me alegro por esas personas que han encontrado a su otra mitad, es algo mágico. 
Cuando me imagino en una relación...la verdad es que no me veo. Soy una persona cambiante, que va de un lado a otro, que no le gustan las ataduras. No quiero que el hecho de tener pareja se convierta en una rutina continua, donde te ves, hablas, y te vas. No. No quiero eso. 
Quiero que cada día sea diferente, ir por la calle y no parecer que somos una pareja. No quiero pastelosidades, no quiero uno de esos amores que te están recordando cada día lo importante que eres para él, no. 
No quiero a alguien responsable, que solo viva para sacarlas mejores notas, o para ser mejor en su trabajo. No quiero a alguien que sea estricto con el horario, que le de igual si hace frio o calor. No quiero a alguien que este siempre empeñado en hacer planes "de pareja", solos el y yo. No quiero al tipico novio protector que si salgo esté en vilo y que me tenga que acompañar a todos los sitios, no; que entienda que tengo una libertad individual, y que eso conlleva confiar el uno en el otro.  No quiero a alguien que me alague, que diga lo que quiero oir y haga lo que yo le diga, quiero que tenga voz, se queje, sea rebelde. 
Yo busco alguien tan cambiante como yo, que vaya, que venga, que encuentre la libertad conmigo, que no sea yo la que le corte las alas. 
No es que no quiera una relación, es que yo no lo veo como el resto del mundo. Una relación se basa en que compartimos un sentimiento mutuo, y eso de ti es lo unico que me pertenece. No me pertenece tu cuerpo, ni tus ideas, ni tu voz. 
Es una persona libre que ha entrelazado sus sentimientos, que ha creado un vinculo especial con alguien que siente el latir de la vida igual. 


Puede sonar fantasioso, irreal y absurdo, pero si yo existo y soy así, ¿quién me dice que no habrá por ahí otro espiritu libre como yo? 



martes, 11 de junio de 2013

Mi historia (II)

El otro día, le conté a mi madre la entrada que había publicado, la que contaba de forma bastante resumida, lo que había sido mi vida. Por un momento, ella se enfadó, diciendome que es algo que debería haberme callado, que cuanta menos gente lo supiera mejor. Pero le dije que no era justo ni para mi ni para nadie. 
Nadie se muestra tal y como es, por eso el mundo va como va. Todos fingimos ser quien no somos, mostrando una cara por el simple hecho de aparentar. 
Yo no puedo ser así. Es algo en mi el hecho de que me muestre tal y como soy, porque si quiero tener una relacion de cualquier tipo prefiero que se asiente sobre verdades verdaderas.
Eso le dije a mi madre, y cambió su enfado por comprensión. Sabía lo importante que era para mi publicar esa entrada, que todo el mundo supiera quien soy de verdad, mi realidad de cada día, todo lo que he peleado por llegar a donde estoy ahora. 

Después de hablar con ella, he visto que lo que conté el otro día es solo la superficie de una vida que tiene mucho mas que contar. 
Con todo el tema de la bulimia, me volví una persona desconfiada. Ese verano lo recuerdo como uno de los peores de mi vida; apenas salía de casa, y casi siempre estaba con la mirada ausente, sumida en una realidad falsa que había creado mi cabeza, un sitio donde yo me evadía y nada había ocurrido. 
Cuando llegó el primer día de universidad, estaba terriblemente nerviosa. Era empezar de nuevo, una oportunidad que me daban para empezar de 0, ser quien quería ser pero esta vez de verdad.
El caso es que no fue como yo hubiera deseado; me sentí sola. Todo el mundo se conocía, y el que no pues hablaba con facilidad, saludando y presentandose a todos. Yo es no puedo hacerlo, porque pensaba que iba a molestar, o a ser pesada o yo que se. 
Así que llegué en silencio y me fui en silencio. Nadie se fijó en mi. Iba a clase, como una más, y eso repercutió. 
Por lo menos en el instituto los ultimos años habían sido "buenos", porque tenía a mis amigos en clase, pero ahora estaba sola, sola de verdad. No hablar con nadie se estaba volviendo en mi contra. Mis padres empezaron a preocuparse otra vez, más mi padre que mi madre,porque mi madre pensaba que una vez superado yo no volvería a caer. Mi padre, en cambio, sabía que yo en el fondo lo estaba pasando realmente mal. Me conoce, porque soy como el de caracter y sabía que, detrás de esas palabras de "hoy en clase bien" "me llevo genial con mis compañeros", se ocultaba algo que no dejaba ver. 
El caso es que a los meses de empezar la universidad, caí de nuevo. Eran muchos golpes de golpe, valga la redundancia. Una vez a la semana ver a mis amigos no era suficiente, y para una vez que les veía lo ultimo que quería es que estuvieran pendientes de mi. 
Mi padre, un día sin decirme nada me dijo que tenía cita en el medico. Me crispé de tal manera que me negué a ir, pero al final pues terminé yendo. 
Al llegar, el medico me obligó a contarle que me pasaba y al final lo solté todo. Así que el medico me dijo que tenía que ir a terapia de grupo, al hospital, con una psicologa. 
Jamás me sentí mas humillada. Mi padre apoyaba la decisión, pero yo me volví como una loca. No quería estar en un grupo de ayuda, ni nada. Eso significaba que estaba enferma no fisicamente, sino mentalmente. 
El medico me dejó elegir, y yo en un principio dije que no, que ni loca me metería en un grupo de enfermos. Pasaron unas semanas, la cosa fue a peor. Entre examenes, que en la universidad las relaciones pues no eran como yo había pensado, y el estrés de callarme todo esto,  la cosa se descontroló otra vez. 
Una tarde de jueves, de la cual yo creo que nunca me voy a olvidar, mi madre me encontró en el baño, con la cara blanca y sudando. 
Mi madre se puso en lo peor, y yo no podía hacer otra cosa que mirarla. Lloré cuando me vio así. Quería desaparecer, todo menos que mi madre me viera así. 
No se me había ocurrido otra cosa que tomarme no se cuantos laxantes, y claro, estaba deshidratada y echa polvo. Mi madre entonces vio la magnitud del problema.
Sentí como mi madre me cogía y me abrazaba, como si fuera una niña pequeña y sentí su miedo. Mi madre tenía miedo por mi. Ahora habían sido laxantes, ¿qué sería lo próximo?
En ese estado se te pasan muchas cosas por la cabeza. Hubo un momento en el que me quise morir. No quería seguir viviendo, porque para llevar una vida de mierda...La desesperación que sentía había llegado a un extremo tal que rayaba la locura.
Llamó a mi padre y en seguida estuvo conmigo. Fue un fin de semana en el que estuve en la cama todos los días, sin apenas hablar y de comer mucho menos. 
Mis padres no entendian nada, y yo tampoco. Ya no estaba en el instituto, ya no tenía miedo de esos que se metían conmigo. ¿Por qué seguía haciendolo? 
Supongo que para sentirme mejor al mirarme al espejo. 
Después de ese fin de semana horrible, volví el lunes a clase aun con secuelas de haber estado mala, pero todo lo arreglaba con un "me duele el estomago, me ha sentado mal la comida".
Para más inri, mi madre estaba de cursos, trabajando, y eso implicaba estar sola en casa toda la tarde. Cada hora me llamaban mis abuelos, pendientes de mí, de si estaba bien. 
Me empecé a tener miedo, pánico hacia mi persona. Estaba autodestruyendome poco a poco, y yo empezaba a notarlo. Tenía mas ojeras de lo normal, no tenía ganas de reir. Descuidaba mi aspecto, y todo el mundo le veía como un enemigo potencial. 

Tomé una decisión: esto no podía seguir así. Quería ver a la Cactus que era antes en el espejo, no a una enferma que no ponía solución. 
Hablé con mis padres y les dije que probaría lo del grupo. 
El primer viernes que fui estaba nerviosisima. Todos se conocían ya, y yo llegaba con lo que podriamos llamar curso, empezado. 
Escuché historias increibles, y veía en los ojos de aquellas personas lo mismo que yo sentía. No estaba sola, no era la unica. Otras personas habían y estaban pasando por lo que yo. 
Eso me dio fuerza para cuando me tocó contar mi historia. Acabé llorando, y no sentí vergüenza, porque esas personas me miraban con una mirada tan inexpresiva como la mía, detras de la cual se escondía una persona como yo, con miedo.
Mi percepción del grupo fue cambiando de peor a mejor. Me gustaba estar allí, era un sitio donde podía ser yo, donde podía contar todo lo que me pasaba.
Claro que, tantos viernes desaparecida, la gente empezó a sospechar. Los viernes no salía y llegaba a casa tarde. ¿Dónde me metía?
Personas incluso se enfadaban conmigo porque no salía los viernes, porque siempre decía que "no me apetecía"
Excusas, excusas, excusas. Estaba harta de excusas, pero era mi salud la que estaba en juego.
Decidí por una vez en mi vida centrarme en mi, en lo que yo quería y en lo que era mejor para mí y no para los demás.
En el grupo me dí cuenta de que tenía pasión por ayudar a los demás. Quería dar la oportunidad a otras personas que, como yo, en un principio se negaban a recibir ayuda. Ayudar a hacerles ver que ellos valian tanto o más que los demás, que no estaban solos. 
Mi objetivo en la vida lo descubrí de una mala experiencia. Yo soy una persona que está para escuchar, no para ser escuchada. Estoy para ayudar, no para ser ayudada. Porque ese es mi don: ayudar y escuchar. 
Estuve 7 meses ininterrumpidos en el grupo, viernes tras viernes, superando todo lo que me estaba pasando. A medida que pasaban los meses, sentía que algo nuevo nacia en mi. 
Tanta rabia y tanto dolor acumulado se estaba disipando, me sentía mas fuerte. Tomé las riendas de mi vida, cambié mi realidad, y la hice mía. 
Aprendí que mis problemas no se solucionaban con vomitar la comida o no comer. Los problemas se resuelven afrontándolos, asumiendo que hay una dificultad y sabiendo que tu puedes superarla por muy difícil que sea.
Aprendí en que quien me quería iba a aceptarme tal y como era, siendo o no una enferma. Aprendí a que alejarse de la gente por una idea absurda de que molestas está mal. 
Aprendí que amar no está mal, pero no hay que hacer un mundo de esa persona. Aprendí a escuchar, no a oir. Aprendí a ser un poco mas tolerante con los demás, dejando de juzgar por la primera impresión. 
Porque yo, en el fondo, me habia llegado a convertir en todo eso que odiaba y despreciaba. Por eso me tenia tanto asco, porque de tanto odio recibido y tantos desprecios pasan factura y se apoderan de ti. 

Esto va por mis padres, que estuvieron ahí siempre. A mi madre, que tantos viernes me ha acompañado al hospital, por ayudarme esta tarde de un jueves cualquiera, cuando me vio medio muerta. 
A mi padre, porque a pesar de ser un sobreprotector, fue eso lo que me ayudó. Porque vio que aún era una niña pequeña en muchos aspectos, y una mujer dolida en otros. 
Por ellos soy una parte de lo que soy. Me han enseñado que si se quiere, se puede. Y que si me caigo van a estar ellos también ahí para levantarme y para decirme que pase lo que pase, ellos siempre van a estar ahí. Sea como sea, pase lo que me pase y me comporte como me comporte.
Se ganaron ver mi primera sonrisa verdadera despues de tanto dolor. A veces pillo a mis padres observándome  pendientes de como estoy, y les veo sonreír. Y eso es de las cosas mas bellas del mundo. 
De verdad.


miércoles, 5 de junio de 2013

Mi historia.

He vuelto a recuperar la inspiración hace unos días. Las buenas noticias te inspiran, te llenan y te hacen ver que existe una salida, una luz al final del túnel, un túnel en el que te veías atrapado, sin salida alguna, en completa oscuridad. 
Pero ahí estaba, esa luz me había cegado y por fin, después de tanto tiempo, me dijeron las tres palabras mas bonitas del mundo entero: "Estas completamente curada"
Ni un te quiero, ni un te echo de menos, no. Estas completamente curada. La gente que leerá esto y no me conozca demasiado se preguntará el porqué. 
Es algo que poco a poco he ido asumiendo como parte de mi vida, como un objetivo a superar cada mañana. Una forma de vida. 
La vida, cruel y traicionera, me ha tratado mal. Si, muy mal. Hubo unos años de mi vida en los que me veía sola, sin nadie que me hablara, sin nadie que quisiera ser mi amigo. Y, los que eran mis amigos, iban a institutos diferentes. 
Siendo la gordita de clase, la callada y la que era friki, era el centro de las burlas y comentarios. No podía salir a la calle tranquila, con miedo a cruzarme con las personas que tanto me señalaban todos los días. Ir al instituto era un calvario, un calvario que llevaba muy en silencio, tanto, que mis padres no sabían nada. Poco a poco fui conociendo a personas que eran tan señaladas como yo, por el simple hecho de ser diferentes. Así que terminamos por hacer un grupo lo que los guays del instituto consideraban "los apestados" De ahí nacieron amistades muy fuertes, como la mia con mi mejor amigo --camino de 8 años ya--. 
Y cuando te ves menos sola, y un poco mas protegida y segura, caes. Te hacen tropezar, y te hacen algo que te hace mas daño del que tu te creías. 
Cada día que pasaba me miraba en el espejo, analizandome con la mirada. 
¿Mis ojos? Horribles. ¿Mi cara redonda? Mas horrible aun. ¿Mi cuerpo? 
No tenía palabras para expresar la repugnancia que me daba mi cuerpo. Lo veía tan gordo, tan fofo y tan...grande. Tan feo. Tan poco delgado. Y cometí un gran error: relacioné mis problemas de relaciones sociales con mi fisico. La gente no se me acercaba y me trataba mal por mi cuerpo. Pues eso iba a cambiar.
A lo largo de un par de años fui dejando de comer poco a poco, de manera imperceptible, y la cosa se me fue de las manos. 
Conocí a un chico, uno fantastico, que me hizo creer que yo era especial. Después de tanto odio recibido, que alguien te quiera por como eres es algo que no te esperas y, claro, yo era una presa facil. 
En definitiva, me uso, me utilizó para bajarse un calentón momentaneo y luego me dejó tirada. No me conocía, no me saludaba y me borró de todos los sitios. 
Otra herida más, que se convirtió en otra mala idea.
Después de aquello me sentía la persona mas sucia del mundo: me habían quitado lo mas preciado de mí, algo que jamás podré recuperar. Ahora, ademas de repugnancia a mi cuerpo, no me podía ni mirar.  
Estaba destrozada, mentalmente y físicamente. Y tome una decisión.
La misma noche que le vi con otra, llegué a casa y comenzó mi tortura. Yo, que siempre era la defensora del "tienes que ser uno mismo y gustarte tal y como eres", había caido en las garras de la bulimia. Y todo porque tenía la absurda idea de que todos mis problemas venían por mi fisico. 
Conocí a mas chicos, todos unos mentirosos y unos canallas, que hicieron lo mismo: usarme. Yo era la "chica de paso". Me sentía como un despojo. ¿Es que nadie me veía? ¿Es que nadie me iba a querer o que? Por ahora, sigo con esa idea. Se me hace extraño pensar que alguien me pueda llegar a querer, o le pueda gustar. Es extraño. 

Poco a poco fui empeorando, hasta que un día mis padres me pillaron. Estuve desaparecida del mundo unos días, con una anemia de caballo, ingresada en el hospital. 
Cuando salí, decidí no contar nada a nadie. Intenté seguir con mi vida, pero cuando todo parecía ir bien, caía otra vez. Mis amigos se extrañaban de mis repentinos cambios de humor, de cuando sacaban ciertos temas yo me volvía arisca y huraña. Pero yo callaba, hasta hace unos meses, cuando no pude más.
Yo ya tenía mi grupo de amigos, ya no tenía miedo de esos idiotas que me señalaban y yo era feliz, pero esta noticia les pilló de sorpresa. Nadie se esperaba que yo, Cactus, había sido una debilucha, una de esas chicas que arreglan todo vomitando la comida, como si ese fuera su problema.
Pero ahí estaba, diciendole a las personas mas importantes de mi vida que yo era bulimica y que estaba en tratamiento. Por eso desaparecía por las tardes, por eso reaccionaba mal cuando un chico se me acercaba. Ahora todo tenía sentido. 

Jamás había llorado delante de mis mejores amigas, Petalo y Burbuja. Nunca. Pero esa noche lloré. Estaba hasta asustada. Era un monstruo, y muchas veces me hubiera encantado arrancarme la piel a tiras, solo por verme mas bonita. 

La bulimia fue algo en lo que jamás hubiera pensado en caer. Pero caí. Cada burla, cada vez que me señalaban, todo eso hacía mella poco a poco. Son heridas ya cerradas, pero aun queda la cicatriz, y es una marca que nunca se irá. Poco a poco lo va sabiendo mas gente, y es algo que cuento porque me apetece y veo el momento, como ahora.
Para mí, levantarme cada mañana y mirarme en el espejo sin sentir asco es algo muy importante, vital diria yo. 
He aceptado que soy como soy, y que no soy tan defectuosa como yo pensaba. Tengo mis virtudes y mis defectos, y mi cuerpo no es un defecto. Es mi cuerpo, y es bonito a su ma manera. No puedo pretender ser tan delgada como esas chicas que salen en la television o en las revistas, no. Soy como soy y me gusta como soy. 
Mis amigos han sido un apoyo inmenso en estos meses y han visto mi cambio de primera mano. A pesar de todo, me siguen vigilando, estando atentos por si vuelvo a hacer esa clase de tonterias, y yo, aunque les llamo pesados, se lo agradezco tanto que no se ni como expresarlo. 
Personas que se han enterado tarde y aun así me han dicho que se alegraban por mi, que estaban ahi por si les necesitaba; eso es mucho mas de lo que me merezco.

Os tengo que pedir perdon a todos, porque no debería haberme callado tanto tiempo, si no contaroslo desde el minuto uno, pero quien me conozca sabe que soy una persona reservada, que cuenta las cosas cuando siento que debo contarlas, no por obligación. 
Y, si no lo he contado hasta ahora, era por el miedo a ser dada de lado o por el hecho de que me miraran con ojos de pena, como si fuera una enferma andante. 

Estuve sola porque fue mi decisión; bastante daño había causado a mi alrededor para añadir una tortura más. Me alejé de aquellos a quien quiera, me alejé de la persona que guardaba en mi corazón. Me aislé. 
He llorado en la oscuridad noches y noches, y al día siguiente he tenido que fingir sonrisas. He tenido que aguantar comentarios, y he tenido que aguantar impertinencias de personas que no llegaron a entender mi estado. Esas personas veían a Cactus la bulimia  no a Cactus, una chica que, sin decir nada, gritaba hasta desagarrarse ayuda. 

Esta es mi historia, la historia de una vida que no deseo a nadie que la viva, pero que al in y al cabo, ha hecho de mi lo que soy ahora.
Por hoy, soy una persona feliz, segura, que ve la luz al final del tunel y que a pesar de que adora estar con sus amigos, ama aun la soledad, esa compañera que estuvo conmigo tantos años de silencio.

sábado, 18 de mayo de 2013

Un cactus con sentimientos.

Hace mucho que no escribo, y es que la vida, por unas cosas y por otras, no me deja vivir. Que ironía, eh. 
Hoy ha dado la casualidad de que no podía mas. Mi paciencia a tocado fondo y mi corazón ya empieza a no poder mas. 
Alguien que te quiere pretende cuidarte, pretende hacerte sentir bien y su objetivo es hacerte ver lo genial que eres. Alguien que te quiere no deja caer cosas que hacen daño, comentarios, frases y maneras que poco a poco te machacan y te van hundiendo.
Llegar ilusionada a un sitio, y que una persona que quieres te diga que espera que la proxima vez vayas mejor, que la puedes avergonzar. 
Que siendo como soy es normal que no guste a la gente, porque claro, deberia ser mas femenina. 
Si debo cambiar mi forma de ser, me dice...No. Hoy no. Ni hoy, ni mañana ni nunca.
Soy como soy, y si no te gusta no me mires, no me hables pero no hagas esos comentarios que tienen un tinte de crueldad muy poco propios de ti.
¿Donde esta esa persona que era mi amiga? ¿Donde se ha escondido? Ha desaparecido y me temo que no va a volver.
¿Como alguien que en un momento me miraba y me entendía, ahora me puede hacer tanto daño?
Ahora mismo me siento muy pequeña, y lo unico que quiero es meterme debajo de las sabanas y no salir. Solo quiero llorar y sentirme lo que soy, nadie en el mundo. 
No entiendo porque la gente se dedica a hacerme daño de esta manera, sin motivos. Cuando yo siempre me he portado bien con esa persona, cuando siempre he estado ahí, a la hora y en el momento que fuera. ¿Que ha pasado para que me odies tanto?
Porque parece que estabas esperando el momento en el que yo dejase de estar tan hundida para atacar, para soltar todo lo que te habias callado en estos años. 
¿Por qué?

lunes, 6 de mayo de 2013

Solas somos fuertes, juntas somos invencibles.

Muchas veces la gente me pregunta porqué me llamo Buttercup. Les cuento la historia de que, un día de hace ya un tiempo, tres chicas decidieron llamarse así. Fue el punto de partida de algo nuevo, ya que dos de ellas descubrieron la verdad de todo, se comprendieron y entendieron que muchas veces las apariencias engañan. La tercera, amiga de las dos, se alegró muchísimo.
Esa noche, una de ellas no podia dejar de sonreir. No se lo creía, pero tenía un grupo de amigas. Dos amigas, dos personas con las que podía contar a partir de ahora, que serían capaz de aguantar a veces esos ataques estupidos de mal humor, o esas malas contestaciones o todo lo malo que ella podría desprender.
Dejó de sentirse tan sola en el mundo, porque vio que dos personas eran capaces de ver más allá de las apariencias.
Esa chica, era yo. Buttercup, Cactus. Por primera vez vi dos amigas, dos hermanas. 
Acabo de sonreir al escribir la palabra "hermanas". Y es que lo son. Es como si las tuviera al lado, aquí, junto a mi.
Con Pétalo las cosas empezaron mal, para que mentir. Las dos, de carácter fuerte, chocamos enseguida, pero aún me pregunto porqué no nos paramos y decidimos ver lo que teníamos en común, lo bueno de cada una. Tardamos demasiado tiempo en hacerlo, ya hora me arrepiento de haber esperado un par de años. Porque, esa noche de verano, cuando Cactus y Pétalo se reconocieron por primera vez, todo cambió para mí. Tenía a mi hermana al lado, y no le había dado la oportunidad de acercarse. 
Y fijate ahora. Tan distintas, tan temperamentales las dos, pero es de las personas que mas me entiende en el mundo. Es capaz de, con solo mirarme, saber lo que me pasa. 
Es capaz de hacer todo lo que se propone, y si quiere algo, lo consigue. Porque es, simplemente Pétalo. Y lo que Pétalo quiere, lo consigue. 
Con Burbuja las cosas fueron diferentes. El día que nos conocimos fue el día que congeniamos. Fue como una pieza de un puzzle que encuentra a otra y encajan. Al poco tiempo la amistad estaba bien formada y bien asentada. Burbuja, la persona mas risueña que conozco, la que si se tiene que enfadar contigo, se enfada para hacerte entrar en razón (Y que no se junte con Pétalo, que si no forman un terremoto) La que sin palabras me hablo, que me pone en mi sitio muchas veces. Que ha estado siempre ahí, y que "si hay que partir las piernas a alguien, se las parto".

Tenemos cada una nuestro carácter  nuestra personalidad, pero unas se compensan con otras y entre las tres creamos algo que nadie es capaz de entender. Como un secreto que solo sabemos las tres, como algo que la gente mira con envidia. Algo solo nuestro.
Cada una hemos aprendido a ser fuertes solas, a afrontar nuestros problemas sin miedo porque sabemos que, si nos caemos, van a estar las otras dos para sujetarnos. 
Recuerdo su preocupación cuando pasé esa temporada tan horrible, vi como se preocupaban de verdad, y es cuando supe que, a pesar de todo, estábamos destinadas a eso, a ser hermanas. 
De ellas quiero aprender esa tenacidad, ese carácter de "si quiero, puedo". He aprendido a que hasta las chicas mas duran lloran, que cuando te sientes sola no lo estás, que están tus hermanas para lo que necesites, sea la hora que sea, y el día que sea; que tener sueños no es malo, que una es como es y hay que quererse tal y como eres; que no hay que tener miedo a enamorarse porque están seguras de que hay alguien por ahí tan perdido como yo. Y que no hay que tener miedo a vivir, porque es lo más bonito del mundo.

Tenemos nuestros pros y nuestras contras, pero a mi me da igual.Yo se lo mucho que las quiero, lo mucho que las guardo en mi pequeño corazoncito, y lo mucho que son para mí.
Ellas no lo saben, aunque creo que ahora lo van a saber. 
Si, son de lo mejor que me ha pasado en mi vida. Y, le joda a quien le joda, ellas son mis mejores amigas, mis hermanas de sangre diferente. 
Son parte de mi vida, y una muy importante además.



Te quiero Pétalo. Te quiero Burbuja.


domingo, 5 de mayo de 2013

La carta del alma.

Hoy, no se porqué, me he acordado de ti. No se, me he levantado y me ha venido tu nombre a la cabeza. No le he dado mucha importancia, pero me he preguntado porqué has aparecido en mi cabeza.
Tengo muy claro que todo terminó, pero a veces, dias como hoy, me da por recordar. Sonrío cuando recuerdo las tonterías que me contabas, o incluso me pongo seria pensando en todo lo que nos dijimos para hacernos daño. 
He pensado en ti, si. 
Hace un tiempo me hubiera puesto como loca, riéndome con esa risa tonta de enamorada, con esos ojos brillantes y con esa locuacidad estúpida que me salía cuando hablaba contigo. Hoy solo he sonreído  Y en el fondo me ha dado hasta pena. ¿Sonrío porque te echo de menos o porque echo de menos lo que había entre los dos?
Se que estas ahí, pero no de la misma forma. Eso lo decidí yo y es algo de lo que hoy en día no me arrepiento. Si lo hice fue por mi bien, por mi felicidad. Claro, que, ahora que lo pienso, ahora estoy así de feliz porque me quité otra felicidad. Una felicidad llena a otra. 
Examino lo que siento, pero no veo rastro de ese amor que guardaba solo para ti. Me da pena no verlo, porque creo que jamás sentiré lo mismo por nadie. Fue algo increíble  fuerte, incluso mágico. 
Me diste una felicidad que nadie me llegó a dar. Una felicidad que a veces, como hoy, la extraño. 
Sonrío cuando veo tu cara en mi cabeza, porque recuerdo con cariño todos esos años. Fuiste el primero en todo y eso es algo que, pese a quien le pese, será así. 
Me acuerdo como algunas personas me tenían envidia, o las caía mal por el hecho de que tu me hablaras. Pero yo no te buscaba, eras tú el que me buscabas a mí.
Recuerdo tus palabras, todo lo que aprendí, todo lo grande y especial que me hiciste sentir pero solo es eso, un recuerdo, un bonito y cálido recuerdo que me hace ver que una vez alguien se pudo enamorar de mí; y que si alguien vio todo lo bueno en mi, otra persona lo podrá ver.
Por eso no te guardo rencor, ni odio, ni nada. Solo te doy las gracias porque me hiciste ver que yo existía.