martes, 16 de abril de 2013

"El primero del resto"

Hoy me he despertado como si hubiera dormido años y años. Por fin había descansado. Había dormido sin tener saltos, sin despertarme en medio de la noche, no sin acostarme sin una preocupación. No, anoche fue diferente. Anoche dormí de verdad. 
Sin embargo, esta mañana no podía dejar de pensar en lo que pasó ayer.
Porque ayer cambió todo. 
Mientras me levantaba, me vestía y desayunaba pensaba en cada minuto de ayer. En como me vino a buscar. En como no hablamos en todo el camino hasta que nos sentamos. En como los dos evitábamos mirarnos. Y en como yo, sacando un valor que ni yo pensaba que tenía, solté todo. Si, si, todo. 
Es una sensación indescriptible cuando en un momento dejas que salga todo lo que has tenido encerrado durante años, tantos pensamientos, buenos y malos, que tantas noches te han acosado para bien o para mal, pero que al fin y al cabo te quitaban el sueño.
Cuando terminé una parte de mi alma se sentía un poco más libre, como si se hubiera librado de unas cadenas impuestas por alguien. 
Llegó su turno, el momento que he estado esperando tanto tiempo. Cuando empezó a hablar tenía miedo. Por fin iba a saber todo pero, ¿estaba preparada para escuchar la verdad de una vez por todas? Aún así me arriesgué.
Cuando él terminó, se hizo el silencio. Un silencio absoluto. El, callado, me miraba; buscaba una reacción en mi, algo. Pero yo estaba quita, sin levantar la mirada de mis pies. Lo que tantos años se había ocultado, en menos de una hora era algo conocido por fin. Tanta información de sopetón me dejó anonadada. 
Había conseguido mi objetivo; ya lo sabía todo. De acuerdo. ¿Y ahora qué? ¿Qué iba a hacer yo ahora? 
Es entonces cuando el siguió hablando. Y me dijo algo que jamás olvidaré. 

"Ahora que lo sabes todo, espero que lo entiendas. Se que es difícil  que te enfadarás y no querrás volver a verme, lo entiendo. Pero admitamosló de una vez, esta relación no iba a ningún sitio. No se porqué pero parece que nada está a nuestro favor; parece como si el mundo en general no quisiera que estemos juntos...bueno, el mundo y mis amigos claro. Y eso no es justo para tí; no es justo que estés así por mi culpa. Sí, por mi culpa. Odio verte así, y odio que hayamos discutido tanto. Y odio que aún así quieras hablarme después de todo. Solo quiero que me perdones, porque yo ya no puedo más"

Vaya, pensé. Menudo discurso. Después de tanta mentira, ¿le puedo creer? 
Le miré a los ojos; el nunca ha podido engañar con los ojos y vi en ellos que en realidad había ese rastro de culpabilidad que me acababa de decir. 
El tiempo curará las heridas, y solo quedarán cicatrices de algo que pudo haber sido. 

Antes de irme, me dijo una última cosa. 

"Quiero que seas feliz. Y que lo seas como nadie lo ha sido, ¿vale? Te lo mereces. Hoy supongo que empieza algo nuevo"

Sonreí. De camino a casa lo iba pensando: "hoy empieza algo nuevo". Y tan nuevo. Hoy empieza mi vida de nuevo. Vuelvo a tener un camino ante mi lleno de retos, ilusiones y sueños. Un camino que empezaré a recorrer yo sola, sin el. 
Nuestro camino llegó a su fin, y ahora cada uno camina por el suyo. Pero se que, pase lo que pase, si me caigo, me voy a levantar. Si algo me da miedo, lo voy a afrontar, y si me quedo sin fuerzas, las voy a sacar de donde sea. 
Porque vuelvo a ser la que era, la que un día, por razones que aun no he llegado a entender y que creo que jamás entenderé, desapareció, y se escondió.
Esa chica que tenía miedo poco a poco me abandona, y deja paso a lo que durante tanto tiempo ha estado impidiendo que se muestre: mi verdadero yo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario