Desde hace un tiempo dejé de lado cosas que hacía con normalidad, cosas que para mí eran un medio de escape. Aún me sigo preguntando el porqué dejé de dibujar y escribir. Desde muy pequeña, el tema de la pintura, la música, el baile, el teatro y la lectura me ha llamado mucho la atención. El arte es mas que un lienzo con personas que pintó un día un artista que posiblemente le pagaran para hacerlo, o porque simplemente se aburría. Pero detrás de cada cuadro, al igual que de una canción y de un libro, hay una historia secreta que solo el artista sabe, y que le mayoría de las veces sigues estando ocultas.
Lo mismo son las personas. Cada uno somos un cuadro, una canción, un libro. Cada uno con su historia. Y mi forma de escribir mi historia era escribiendo, o dibujando, inspirada por una canción que tenía un significado oculto. ¿Por qué entonces lo dejé, si tanto me gustaba? Supongo que perdí la motivación, perdí las ganas de seguir. Ayer me acosté con esa idea y hoy le sigo dando vueltas. Hacía esas cosas porque me hacían diferente a los demás. ¿Por qué abandoné algo que me hacía especial? La respuesta inmediata es que por ser diferente me han hecho demasiado daño; se han reído de todo aquello que me llenaba y realizaba. ¿Por qué, entonces, ser diferente, si solo causa dolor? Mejor ser como los demás, ¿no? Eso pensaba ayer.
Sin embargo, ayer una persona me dijo algo que se me ha quedado grabado:
"Puede parecer que eres un fantasma, pero no lo eres. Que mucha gente no se fije en ti no significa que lo seas. Mucha gente te aprecia. Eres de las pocas personas que conozco que ayudan a los demas desinteresadamente. Por eso es por lo que eres especial, por eso no eres del montón"
Esa frase me hizo pensar un rato, hasta que me fui a la cama a dormir. Y, casualidad, destino, llámalo como quieras, esta mañana una amiga me dice:
"No se porqué no te dedicas a escribir; eres buena"
Parece que el universo se ha compinchado para que de una vez me crea que soy distinta. Que tengo...¿dones? Menuda idea; una idea que me da miedo y felicidad a la vez. Así que esta tarde, mientras venia de vuelta de las clases se me ha ocurrido una idea: juntar mis ganas de escribir de nuevo con ayudar a los demás. Si mis historias a mi me servían como vía de escape, ¿por qué no ayudar a otros a que sean libres de una vez por todas? ¿Por qué no procurar que lo que una vez fue malo para mi sirva para que otros no cometan el mismo error?
Tengo ganas de ver a donde me lleva este camino nuevo que he tomado, porque aunque me de miedo, quiero volver a ser diferente. Volver a ser la que era. Y retomar mi propia historia de aventuras.

No hay comentarios:
Publicar un comentario