Soy una chica de las llamadas del montón. Una chica de esas que esta llena de ilusiones, de sueños y de grandes ideas, pero que se ve incapaz de hacerlos realidad. ¿Por qué? No lo se. Siempre que he intentado hacer uno de mis sueños realidad ha resultado ser un absoluto desastre. Muchas veces me encantaría despertarme, y sentir que soy especial. Que soy capaz de hacer grandes cosas. Pero eso no es así.
Bastante esfuerzo hago ya para seguir cada día. Mi vida no ha sido un camino de rosas, precisamente.
Un día normal en mi vida es un dia de un fantasma. Me levanto, desayuno, voy a clase, vuelvo, estudio, ceno y a dormir. Y así dia tras día.
Esto no quiere decir que este sola; tengo a mis amigos de mi lado. Ellos, que son increíbles.
Soy una persona insegura, para que negarlo. No me gusta mi cuerpo para nada. Voy por la calle y me fijo en las chicas que me cruzo. Tan perfectas, tan a la última, caminando como si el mundo estuviera a sus pies, seguras de que ellas valen. Cuando paso a su lado, agacho la cabeza, me hago mas pequeña. En el fondo esas chicas me intimidan pero las admiro. Yo quiero ser como ellas. Valiente, fuerte, decidida, pero ¿qué soy? Débil, miedica y muchas veces que duda de sus capacidades.
Para mi el físico siempre digo que es lo menos importante, que lo importante es lo que somos en esencia. Los sentimientos son para mi como el cristal: tan bonitos y tan frágiles a la vez. Puede que sea un poco rara en como veo las relaciones humanas, no lo niego.
Tampoco es que tenga habilidades extraordinarias, ni que tenga gustos de lo mas exquisitos y estramboticos. Me gusta la lluvia, por ejemplo. Los dias nublados, con esas nubes color plata. Pintar, dibujar. La música, que en mi vida es muy importante. La música es la que cuenta al mundo mi estado de ánimo. Me gustan esas tardes de ver películas hasta que te duelen los ojos; el olor a hierba recien cortada; leer, meterme en el libro, ir mas alla de lo que me dice el autor o la autora del personaje. También me gustan esas conversaciones interminables sobre todo. Las fresas con nata, lo reconozco. Perderme un dia por la ciudad, dejando que mis pies me lleven donde ellos quieran. Ayudar a los demás a ser quienes ellos deben ser.
Me gusta estar sola.
Después de escribir todo esto, me doy cuenta de que incluso soy mas normal y vulgar de lo que me imaginaba. Por un lado eso me molesta, porque quisiera destacar, pero por otro lado pienso que si soy asi, será por algo. ¿El qué? Aún no lo se; no se cual es mi camino ni mi destino en esta vida, pero pienso descubrirlo.

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